Así amanecía la Ciudad de Buenos Aires, la zona del Obelisco, en un merecido homenaje al gran escritor argentino, Ernesto Sábato. Es una foto de Daniel Mordzinski que tuvo la amabilidad de enviarme, sabiendo de mi defensa vehemente de la literatura y, también, de la figura de Don Ernesto. Y de mi indignación frente al destrato de que fue objeto en Argentina con motivo de su reciente muerte. Menosprecio que, sin duda, es un indicador más de la frívolidad y pequeñez de la sociedad cultural argentina.
Cómo comenté en el post en el que reseñé su trayectoria, acabo de terminar de releer Sobre héroes y tumbas. Es impresionante. Sin duda, como dice Piglia, se puede leer como una novela gótica. Hay muchas pistas para poder hacer una lectura en esa dirección. Pero también se puede leer como una novela de iniciación y como una novela de paraíso perdido.
Si me quieren decir que le sobran cosas, que hay algunos personajes que chirrian porque algunos diálogos son un poco discursivos, vale. Si quiere decir, como lo hace Abelardo Castillo, que es una novela caótica, imperfecta, a veces infernal, a veces intratable, OK. Pero a cambio agrega Abelardo que se trata de "uno de los grandes momentos de nuestra literatura".
No les pido que le guste Sobre héroes y tumbas, solo que la respeten.
Foto: Daniel Mordzinski
Fotomontaje: Daniel Mordzinski
Les dejo un regalo: la entrevista que en el 3 de abril de 1977 le hizo, en Madrid en RTVE, Joaquín Soler Serrano a Don Ernesto en el Programa A fondo. Es una hora y media en la que se muestra la grandeza de Sábato, habla de literatura y pide por el escritor Antonio Di Benedetto, desaparecido en ese momento y agrega, "el colaboracionista Sábato", algo así como "estas son las cosas que están pasando en Argentina". Por favor, basta de pavadas. También habla Sábato de lo que significó en términos de elección vocacional, para una promesa como era él en ese entonces, dejar la carrera científica (a tal punto que se deshizo de todos sus libros de física) y abocarse de lleno a la literatura, un ámbito totalmente incierto. Pero qué van a saber quienes lo desprecian a Sábato lo que significa dejar atrás lo que uno le dedicó los años de su vida académica para dedicarse a la literatura, si muchos de ellos escriben sólo porque no saben lo que es hacer otra cosa.
Una última. Un amigo escritor me dijo: "Poli me parece que en tu post a Sábato lo ponés más arriba de lo que, tarde o temprano, terminará mereciendo". A lo que respondí "no es que para mi Sábato esté tan arriba, es que los demás están tan abajo, en especial los que lo critican con furia".Blog del autor del libro de cuentos "Historias fugaces de hombres y mujeres".