Elegir un perfume me parece una de las decisiones cosméticas más difíciles que hay y es muy común hacerlo mal. Hoy quiero daros algunos consejos para evitar estos errores.
1.- El marketing y la publicidad son los mayores aliados del mercado de la perfumería ya que mueven millones de € para dar a conocer los lanzamientos de perfumes y hacerlos llegar al gran público a través de televisión, revistas, internet,etc. Pero en el tema que nos ocupa hoy, estas mismas técnicas publicitarias nos hacen elegir los perfumes dejándonos llevar por una imagen simplemente.
Las marcas cosméticas diseñan una imagen alrededor del perfume que quieren lanzar y en eso basan su campaña publicitaria. A través de esta publicidad nos identificamos con unos colores, una imagen, el sentimiento que esa publicidad deja entrever, etc. y en base a eso muchas veces vamos directamente a comprar el perfume en cuestión. Sin embargo debemos pensar que esa imagen es simplemente una "treta" para vender ese producto y aunque la publicidad es algo maravilloso :) también debemos ser suficientemente independientes para valorar si más allá de esa imagen, el perfume encaja con nosotros o no.
Otro problema añadido de sucumbir al marketing en perfumería es que al final hay aromas que son tan comunes que los vamos oliendo por todas partes. Pensad en alguno de los perfumes más anunciados en TV en los últimos años: no sólo son superventas sinó que seguro que conocéis a muchas personas que los llevan. Mi opinión es que los perfumes deben ser mucho más originales y personalmente prefiero no llevar un aroma que se identifique comercialmente de un modo fácil, pero eso ya es una manía personal ;)
2.- Los consejos de amigos y conocidos nos influyen también mucho a la hora de elegir cualquier producto. Y también en la perfumería. Si una amiga nos dice que ha olido tal perfume en una tienda o que la muestra de la fragancia X que le dieron en la perfumería le ha encantado, hay grandes posibilidades de que nos sintamos animados a probar ese perfume.
No debemos olvidar que el perfume es una experiencia que debe ser totalmente personal, porque cada uno de nosotros tiene un sentido del olfato único y nuestros gustos varian mucho. Del mismo modo que a alguien le puede parecer precioso el color verde y a otra persona puede horrorizarle, un perfume con notas florales de lavanda puede ser muy agradable para una persona y no despertar ningún interés en otra persona. Por tanto, hay que tomar con prudencia los consejos en cuanto a perfumes.
3.- Oler un perfume en la piel de otra persona es muchísimas veces otro sistema usado para elegir un perfume para nosotros mismos. Todos hemos preguntado alguna vez a alguien: "¿Qué perfume llevas? es que me encanta!" Y en cuanto hemos tenido ocasión, nos hemos comprado dicho perfume.
Eso es un error porque cada piel reacciona de un modo distinto a un perfume. Aunque los ingredientes y las notas aromáticas sean las mismas en dos frascos idénticos del mismo perfume, la composición de nuestra piel hará que se huela ligeramente distinto en una persona con respecto a otra. Y es que el perfume hace una reacción química en contacto con nuestra piel y que se va alterando además por otros factores como por ejemplo el sudor.
4.- Probar los perfumes en esas pequeñas tiras de papel o cartoncitos donde en las perfumerias aplican el perfume. Se llaman "mouillettes" y aunque son muy cómodos no nos permitirán realmente disfrutar del aroma del perfume, ya que la piel humana no es igual que el papel y por tanto la reacción química, como hemos dicho ya, será distinta en nuestra piel. Lo que os recomiendo es que si un aroma os ha llamado la atención en el "mouillette" lo probéis posteriormente en la piel, pero nunca toméis la decisión sólo con el cartoncito.
En definitiva, todo se resume en que no debemos dejarnos influir por opiniones de otras personas ni debemos dejar que la publicidad decida por nosotros a la hora de elegir un perfume. Todas estas recomendaciones y reclamos publicitarios son excelentes para llamar nuestra atención hacia un perfume determinado, pero antes de comprarlo debemos siempre, siempre, siempre, probarlo en nuestra piel y dejárnoslo puesto durante unas horas para ir analizando como evoluciona y tomar una decisión con tiempo, sin precipitarnos. Hay estadísticas que dicen que la decisión de comprar un perfume se toma en sólo 3 ó 4 minutos cuando realmente un perfume necesita mucho más tiempo para desarrollar todas sus notas olfativas en nuestra piel. En esos 2 ó 3 primeros minutos sólo podemos oler las notas de salida, que al cabo de unos 12 ó 15 minutos se transforman en las notas de corazón y por lo menos 40 minutos después aproximadamente dejan paso a las notas de fondo. Por ese motivo hay que darle tiempo a que nuestra piel absorba bien el aroma y poder ir oliendo el perfume en toda su dimensión.
Un último consejo, no menos importante por ser el último: no fricciones el perfume en tu piel. Es decir, cuando nos aplicamos unas gotas de perfume en las muñecas por ejemplo, tenemos mucha tendencia a frotarnos ambas muñecas entre sí. ¡No hay que hacerlo! La fricción del perfume daña sus moléculas y altera las notas aromáticas del perfume. Lo mejor es aplicar unas gotitas y dejar que se sequen por sí mismas.
¡Espero que os haya resultado de interés este artículo!
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