Erykah Badu es como un sueño para los aficionados a la música sin categorías, sin fronteras. Apareció en el mundo del rhythm & blues como un soplo de aire fresco, prácticamente inventando un género nuevo con su primer disco. Es cierto que D’Angelo y otros ya estaban haciendo neo soul antes que ella, pero encarnaba como nadie lo que la etiqueta prometía. Una vuelta a las raíces para relanzar esta música hacia el futuro. La fórmula, que recordaba a algunos slogans de artistas de la música de vanguardia en el pasado, la ha utilizado en una evolución que parece imparable... Continuar leyendo en Tomajazz