¿Es Apple una nueva religión?

Publicado el 15 julio 2012 por Barzana @UMUbarzana

A mediados de los 90 del siglo pasado, Apple Macromedia dio una conferencia en el centro de convenciones de San Francisco(EE.UU.) .

La sala la llenaban alegres fanáticos sectarios que reían cada gracia de la compañía de la manzana y aplaudían cada paso que daban o anunciaban.

En pie, Steve Jobs con su típico suéter de cuello vuelto con un aspecto algo curioso. Parecía más un monje que el líder de una empresa de tecnología.

Toda la charla giró sobre que Apple iba a dejar de producir su marca de asistentes personales digitales Newton. Con un gesto cargado de teatralidad, Steve Jobs dejó caer con maestría uno de estos aparatos en un papelera. Con aquel gesto quiso simbolizar la muerte de dicho aparato.

Las reacciones no se hicieron esperar.

Algunos de los asistentes prorrumpieron en llanto e incluso hubo algunos que sacaron de su bolsillo su propio Newton y tirándolo al suelo lo pisotearon con rabia después.

Aquello se asemejaba a un mensaje divino.

El caos se desató por todo el centro de convenciones.

… 

Varios días atrás, si hubieseis visitado la tienda de Apple que hay en el centro de Manhattan os hubiera parecido que contemplabais más un templo que una tienda de productos tecnológicos.

Arriba, el logotipo de Apple parecía brillar en el firmamento como siglos atrás la estrella de belén lo había hecho sobre los cielos de la Tierra Santa.

Los rayos del sol incidían directamente sobre aquellas cinco letras que parecían estar volando.

Había nacido, la nueva religión.

Si esto fue hace más de 10 años.

¿Qué es lo que son ahora?

Reza conmigo: 

Padre Apple que estás en los cielos

Santificado sea tu logotipo.

Venga a nosotros tu tecnología.

Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.

Danos nuestra dosis diaria de vanidad e idolatría.

Perdona a los que llegaron tarde a tus pies.

Así como nosotros perdonamos a aquellos que te abandonaron.

No nos dejes marchar de tu lado.

Y líbranos de las otras marcas.

Amen.

Fuente: Los videojuegos y mi primera vez