¿Cómo está afectando la crisis a la salud de los recién nacidos? El primer trabajo mencionado que señala que podría haber una asociación positiva entre la tasa de desempleo y la salud de los bebés fue publicado en la serie Working Papers de la Barcelona Graduate School of Economics (BGSE). También nos alerta sobre la salud de las mujeres con niveles de renta más bajos o a un aumento en los niveles de estrés que se traducen en una peor nutrición, según ha apuntado la Universidad Pompeu Fabra (UPF).
La hipótesis de partida de las autoras del estudio fue que el empeoramiento de la situación económica podría estar afectando la salud de las mujeres embarazadas, y esto a su vez podría perjudicar a los niños ya desde el nacimiento. Las investigadoras usaron los datos provenientes de la Encuesta de Población Activa española para calcular la tasa de desempleo entre 1980 y 2010 por provincias. Además, emplearon los datos de certificados de nacimiento para construir medidas de salud de los recién nacidos por provincias y años: peso al nacer, prematuridad y mortalidad neonatal.
Mejor salud con alta tasa de paro El análisis estadístico del estudio, financiado por la Fundación Ramón Areces, ha demostrado que la salud neonatal es significativamente mejor cuando la tasa de paro es más alta. Como ha explicado la profesora de la UPF y una de las autoras del estudio, Libertad González-Luna: "En nuestro trabajo encontramos que, incluso comparando los hijos de una misma madre, aquellos que nacen en épocas de recesión económica nacen más sanos que sus hermanos que nacen en épocas de bonanza". En este sentido, dan varias explicaciones posibles para este resultado. Una de ellas es que la salud de las mujeres embarazadas mejora en épocas con paro elevado. "Encontramos alguna evidencia utilizando datos de la Encuesta Nacional de Salud: cuando el paro sube, en promedio, las mujeres en edad de concebir reportan mejor estado de salud física, duermen más, beben menos alcohol, y tienen un índice de masa corporal menor", concluyen las autoras del estudio.
La crisis y la natalidad golpean a la alimentación infantil
Las familias han sustituido los tarritos infantiles por los potitos caseros. En línea con la actitud de ahorro que predomina en los hogares españoles y que han fomentado el hágaselo usted mismo: "las madres y padres desempleados ahora pueden elaborar la comida a sus bebés, y por lo tanto, consuman menos productos de alimentación infantil, así lo ha desvelado el estudio realizado por la consultora Nielsen. Según Rafael Roche, Client Service de Nielsen España: "la crisis ha provocado que muchas madres puedan prolongar la lactancia, hecho que también repercute en las ventas de leche infantil". Y no solo las madres y padres, también se suman al ahorro, los abuelos quienes desde hace unos años por ahorrarse la guardería, los abuelos se quedan al cuidado de los más pequeños y elaboran ellos mismos la alimentación de los pequeños, sin recurrir a los productos procesados, mucho más caros.
Descenso de la natalidad No podemos obviar otro factor que con toda seguridad está influyendo en la evolución negativa y la pérdida de peso de la alimentación infantil: el descenso de la natalidad en un 12% desde el año 2008 y 3,5% en el último año. Este evidente problema demográfico en España no es ajeno a la actual coyuntura. Antes de la crisis económica el tradicional balance negativo de la natalidad en España se compensaba con las aportaciones de las madres extranjeras. Hoy día, la realidad es bien distinta: la inmigración que llegó a España a partir de los años 90 ha retornado a sus países de origen en busca de nuevas oportunidades.
Fuentes: Universidad Pompeu Fabra y consultora Nielsen