La división de sexos en lo que a aficiones, profesiones, actitudes, se ha diluido, por suerte, con el paso del tiempo. Pero ahora que observo a mis hijos, veo que hay cosas que deben estar grabadas en el ser humano. No soy de las que obliga a los niños a jugar con camiones y a las niñas con muñecas, todo lo contrario, como ya expliqué en otra ocasión, al hablar de los juguetes sexistas. Tampoco me gustan las diferencias entre sexos estereotipadas; mi hijo recoge y ayuda en la cocina porque es un miembro más de la familia.
Pero mi hijo mayor ha dibujado en su mente un esquema muy claro del papel de papá y mamá. Mamá, me voy al fútbol con papá. Tú no vienes, que es para tíos. Esta lindeza me soltó el otro día cuando su padre se lo llevó al campo. Me consta que no fue su progenitor quien le incitó a soltar la frasecita.
Cuando estamos todos en casa y quiere hacer el salvaje, jugar a pelota, pelear, y esa clase de cosas, la mayor parte de veces busca a su padre. Pero ¡ay! Cuando se hace daño haciendo el cafre, cuando se encuentra mal o cuando tiene sueño, recurre a los brazos protectores de mamá.
Como tengo la suerte de tener niño y niña podré comprovar y analizar cómo actúa mi pequeña foquita. Porque ciertamente me pica la curiosidad ver si realmente hombres y mujeres tenemos tendencias innatas o son transmitidas socialmente. Veremos.