Cuando llevamos tiempo en una relación, a veces llega un punto en donde te preguntas si realmente es amor lo que sientes, y no se trata de la comodidad de la costumbre. ¿Cómo saber si es costumbre o es amor? No es tan fácil responder a esta cuestión; a pesar de que en la red existen diversos tests que prometen responderla en base a algunas preguntas, la realidad es que no resulta ser un tema tan sencillo.
Para lograr tener un punto de partida, abordaré dos situaciones en las que podemos encontrar amor y costumbre en las relaciones de pareja:
1) Existe amor, pero también se presenta la costumbre
2) La ausencia de amor es cada vez más notable, y se presenta la costumbre
(En esta entrada, sólo abordaré el número uno: existe amor, y también se presenta la costumbre. Para la entrada siguiente, escribiré sobre el número dos)
1) Existe amor, pero también se presenta la costumbre
¿La costumbre y el amor son excluyentes? ¿Debemos elegir uno? ¿El amor no puede co-existir con la costumbre? Estamos acostumbrados a utilizar los términos de “costumbre” y “amor” de manera excluyente: es uno U otro, pero no los dos. Desde mi punto de vista, me resulta un poco ilógico que sean cosas completamente apartadas… finalmente, al paso del tiempo de una relación (meses o años), se van cimentando cosas, situaciones, relaciones, acciones y hechos (entre otras cosas); que se convierten en una forma habitual de obrar y de hacer las cosas, y que a su vez ayuda a hacer de la relación algo único y especial.
¿Qué tiene que ver la costumbre con esto? Pues la costumbre es eso: es la manera habitual de obrar, en este caso, de una persona y/o relación de pareja. ¿Tú y tu pareja tienen una “forma habitual de obrar”? Hay que ser conscientes de que en la relación (sobre todo en relaciones que ya tienen varios años y matrimonios) habrá rutinas, y no precisamente porque se quieran tener, sino porque resulta ser algo casi imprescindible para la relación de pareja.
Entonces, ¿la costumbre es parte del amor?
La “costumbre” lleva implícita la rutina, el conocimiento de la otra persona: conocer sus gustos, sus valores; el poder anticipar o predecir qué va a hacer, qué responderá ante ciertas preguntas, cómo va a actuar frente a algunas circunstancias. La costumbre otorga cierto grado de tranquilidad; finalmente no hay cosas nuevas: todo ya se conoce y/o sabe.
En el amor también existe la costumbre, es parte del proceso de conocerse uno al otro y compartir una vida. Sin embargo; no es el centro de la relación. Esto significa que sí, EN LA RELACIÓN ESTÁ PRESENTA LA COSTUMBRE, PERO TAMBIÉN ESTÁN PRESENTES OTRAS COSAS MÁS. Existe el amor, el respecto, la comprensión, la atracción, el deseo y el cariño, entre muchas otras cosas más.
Lo que quiero decir, es que no deberíamos ser excluyentes en estos conceptos. A veces somos muy deterministas y creemos que si en nuestra relación hay costumbre, es porque ya no existe el amor. Es cierto que nunca vamos a dejar de conocernos a nosotros mismos ni a la otra persona, pero eso no significa que no podamos predecir ciertos actos o conductas que nuestra pareja pueda tener.
Así que si amas a tu pareja y en su relación existe la costumbre… ¡Despreocúpate! No tienes que decidir si es costumbre o es amor, recuerda que sólo tú puedes utilizar ambos términos a tu favor.