Recientemente el popular Arturo Pérez Reverte presentaba una versión adaptada de El Quijote, y durante unos días se debatió sobre si tan famosa obra es difícil de leer, de si es inapropiada para escolares, de si queda bien para tenerlo en la estantería pero nunca lo leerías, de si España no puede permitir que este libro no sea estudiado y entendido,etc. Hoy voy a hablar de otro libro sobre el que sobre todo los biólogos (que a decir verdad somos de los que más interacción tenemos con este libro) solemos tener sensaciones parecidas, y que también está en el ránking de libros cumbre de la humanidad.
El origen de las especies es un libro famoso, a nadie se le escapa ese hecho. Tiene tantos admiradores como enemigos pero resulta curioso que creo que poca gente -e incluyo a biólogos- lo han leído o se han adentrado en partes de su denso texto, por lo que buena parte de lo que se dice sobre él es puro boca-boca o habladurías tergiversadas. Al igual que las andanzas de Don Quijote y Sancho, el libro científico de Darwin arrastra fama de ilegible, pesado, y escrito con estilo antiguo. Vamos, que poca gente se adentra verdaderamente en él porque se crean un prejuicio a raíz de la idea instalada en la sociedad.
Yo tengo una versión de El origen de las especies que me encanta, su portada es alegre y colorida y en poco tiempo se ha convertido en uno de los libros más queridos de mi biblioteca. Como suelo leer mucho de todo creo que puedo juzgar con perspectiva y desde el punto de vista del lector lo que es y no es el libro en el que Darwin compartió con el mundo sus ideas evolutivas.
Lo primero que uno debe hacer es entender que se trata de un libro escrito hace más de un siglo, pero en mi opinión el lenguaje no llega a ser anticuado como algunos argumentan, eso me parece el menor de los problemas. Es más, creo que el hecho de que tenga ya un tiempo invita a una lectura más estimulante porque puedes entender en qué momento se encontraba la ciencia, cuál era el nivel de conocimientos, y qué influencias predominaban. Por otro lado, también puedes ver cómo ha avanzado todo y cómo con este libro se abrieron nuevas vías. Claro que para valorar e incluso ser capaz de disfrutar con todos estos detalles para ello has debido leer mucha ciencia o tener cierta formación en ciencia, algo que no suele ser habitual en el ciudadano medio.
Entrando a opinar sobre si es una lectura entretenida y en su posible recomendación o no… pues debo decir que depende. Me intento poner en el lugar de un lector sin formación científica en particular, y creo que la lectura puede ser un suplicio, algo realmente imposible. No veo que sea un libro para que mis vecinos o amigos no científicos lleven a la playa para leer bajo la sombrilla. Lo que sí me atrevo a decir es que para personas formadas en ciencia o que están en pleno proceso de aprendizaje (ya universitario) puede ser una buena opción, claro que matizo que a mi juicio a mayor formación y perspectiva científica más se valorara, por lo que puede ser más interesante para un estudiante de último año que de primero.
En cualquier caso creo que la clave es leer despacio, saboreando, valorando, consultando, pensando cada frase…nada de best seller que atrapan y lo lees de un golpe; intentar afrontar El origen de las especies con esa actitud puede dejarte con la cabeza quemada y posiblemente al rato abandones la lectura. De nuevo, reitero que pienso en lectores en general, si usted está haciendo un doctorado en temas evolutivos igual sí puede disfrutarlo de un tirón, pero el argumento y el lenguaje no permitirían a buena parte de la sociedad disfrutar de la lectura a ese ritmo.
Volviendo al lenguaje, no juzgando si tiene un estilo antiguo o no, sino las palabras en cuestión, hay algo que también puedo añadir. El origen de las especies es un libro científico, en efecto Darwin escribía muy ameno y la presentación de sus trabajos en libros da para más entretenimiento que la mayoría de artículos científicos actuales, pero no es un libro de divulgación científica pese a que Darwin consiga acercarse a eso, sino que es un libro científico que presenta datos y conclusiones. Esto lo digo porque el lenguaje y el tono, además del contexto en el que transcurre todo, son puramente científicos, no es una novela ni un tipo de lectura a la que la gente esté familiarizada, ni usa necesariamente un lenguaje buscando adaptar la ciencia a niños o no iniciados.
Yo personalmente no me veo entendiendo casi nada si no llevara años metido en el mundo de la ciencia, de hecho si selecciono páginas al azar veo que para su comprensión completa, la conexión entre unas páginas y otras, y la puesta en valor de lo expuesto, debería tener soltura y familiaridad con terminología científica.
¿Qué más puedo decir? ¿Es difícil leer El origen de las especies? Pues dependerá de una serie de experiencias personales del lector. Imagino que para una persona ajena a la biología puede ser como si me sueltan a mí a leer un libro de tamaño considerable y letra pequeña sobre economía o astronomía, en cambio, para una persona inquieta y con un mínimo de conocimientos igual supone una alegría, un libro que leer y disfrutar de vez en cuando. Yo no creo que haya que hacer una lista de 10 libros que tienes que leer para ser culto ni nada de eso, en el fondo se lee por placer, no sirve de mucho leer El origen de las especies con fatiga y desgana si realmente no te estás enterando y sólo lo haces por decir que lo has hecho.
Creo también que si usted quiere aprender sobre biología y tener ideas claras sobre evolución y qué hizo Darwin existen en Internet y en papel aproximaciones breves que logran ese objetivo de un modo que posiblemente se le haga más cómodo. Respecto a su uso escolar, creo que hacer leer este libro a niños de secundaria o bachiller puede ser letal para su interés por la ciencia, por lo que de nuevo creo que emplear herramientas adaptadas a su edad para atraerles a la evolución y a la figura de Darwin puede resultar más exitoso.