Es duro ser blogger

Por Auxi Rosae @beautybyauxi

¡Buenos días!
Seguro que algun@ de vosotr@s al ver mi entrada en vuestro feed pensará cosas así como… “¿Y esta chica de qué me suena? ¿Yo seguía este blog? ¿De qué iba?...” Y es que ha pasado mucho tiempo desde la última vez que publiqué una entrada, allá por octubre de 2014. Mucho, mucho tiempo para un blog. Pero a veces las cosas vienen así y no es posible dar marcha atrás.
¿Qué me ha pasado en este tiempo? Bueno, han sido varias razones las que me llevaron a aparcar mis funciones de blogger durante una temporada. La primera y más fundamental fue una mudanza exprés a finales de octubre (sí, ¡otra!) que me llevó de cabeza y me tuvo entretenida durante bastantes semanas. Las mudanzas no son nada fáciles, pero si le añadimos un bebé de pocos meses y que en la ciudad donde vives no tienes a nadie, pero a nadie “nadie” (ni familia ni nada) que te pueda echar una mano con todo… se convierte en una labor extremadamente dura, larga y, por qué no, tediosa. Pese a todo, estoy encantada con el traslado de vivienda, ha sido uno de esos cambios que necesitas para renovarte y valorar lo que tenías, y francamente, ahora estoy muchísimo mejor.

Allá por enero me empezó a rondar por la mente la idea de retomar mi blog, que cumpliría cuatro añazos ese mes. Sin embargo, para ser sincera, no tenía ningunas ganas. Y, señoras y señores, para publicar contenido de calidad, contenido que enganche, contenido que al menos se merezca una visita o una lectura rápida, tienes que tener ganas sí o sí.
Y es que… es duro ser blogger. Muy duro. Ojo, ser blogger de las que se preocupan. De las que se curran lo que publican. De las que hacen miles de fotos para luego editar y quedarse sólo con las que están perfectas, esas 5, 8, 10 o las pocas que necesite para su entrada. De las que “se calientan” la cabeza buscando contenido interesante, planificando semanalmente. De las que prefieren no publicar a lanzar algo hecho con prisa y tedio sólo porque “¡tengo que publicar hoy!”. Ser de ese tipo de blogger, sí, ¡es duro!

Y, a veces, necesitas un respiro. Más aún cuando sigues activa por redes sociales como Instagram (mi favorita), Facebook, Twitter… Sigues leyendo muchísimos blogs en esos ratos de desconexión y viendo algún que otro vídeo en Youtube… Y ves cosas que no te gustan un pelo. Y te queman. Cosas como esas bloggers/youtubers que se venden por cuatro cosas mal contadas. O esas que van lamiendo el culo insistiendo a las marcas para que les envíen productos; productos que luego ponen por las nubes tras probarlos una o dos veces a lo sumo (o, peor aún, sin probarlos) y, encima, van de íntegras, sinceras y súper profesionales. Ah, y no olvidemos que, la mayoría de las veces ni siquiera te cuentan que son productos que les han enviado… O esas que en vez de pelotear a las marcas lo que hacen es pelotear descaradamente a las bloggers/youtubers que ya tienen un buen caché (y encima les funciona). Ves que bloggers cuyo contenido es normal/mediocre/se-incluyen-en-los-apartados-anteriores suben como la espuma como por arte de magia, como si un hada las hubiera tocado con su varita mágica, mientras que otras que tienen unos blogs de ALUCINE y muy currados no tienen el reconocimiento que merecen. Cosas como estas, simple y llanamente, te queman. Te queman porque te niegas a convertirte en ese tipo de blogger y prefieres ser tú misma, seguir adelante (o no) con tu blog, con tus normas y tus principios, aunque te cueste más hacerte un hueco o, sencillamente, no tengas el público que esperas o mereces.
No todo es negativo. Hay muchos blogs y canales estupendos que no voy a ponerme a citar aquí porque puedo dejarme más de uno y que alguien se sienta ofendido sin que sea ésa mi intención. Las compañeras que me lean ya sabrán que su blog para mí es intachable y, seguramente, sepan por qué lares van mis críticas.
No pretendo crear polémica, simplemente contaros el por qué de mi ausencia y desahogar, de algún modo, esas injusticias que se me han atascado en la garganta los pasados meses.
Vuelvo por aquí con el “pequeño fantasma” de tener que cambiarme oooooootra vez el nombre del blog (problemas con mi servidor web, que me tienen un poco harta; os informaré en su momento… tampoco es que me importe muchísimo porque este nombre no me ha traído demasiada suerte…). Pero también vuelvo con ilusiones y ganas bastante renovadas y con muchas ideas nuevas en la cabeza. En principio mi intención es publicar una vez a la semana, espero con el tiempo aumentar el ritmo pero creo que con mis circunstancias personales… ¡no está mal para volver!
Encantada de volver a estar por estos lares. Millones de gracias por seguir ahí pese a que yo no estaba y espero que el contenido que tengo en mente os guste tanto o más que a mí (:

Nos leemos la próxima semana a las 10:30 h.
Auxi