!es el ajedrez estupido!

Por Ajedrezmurciano

  • Georgios Makrópoulos, vicepresidente de la FIDE, y un grave error en la Candidatura. Por Carlos Ilardo .


La frase, por cierto, no es original. Su génesis, como muchos ya lo saben es una deformación del célebre slogan con el que James Carville, estratega de la campaña electoral norteamericana de 1992, logró llevar a Bill Clinton a la presidencia de los Estados Unidos. "The economy, stupid" fue el axioma elegido por el Partido Demócrata para responder a cada uno de los ataques de los Republicanos que apoyaban a G. Bush, padre. Cuando el pueblo advirtió que el mensaje se enfocaba en sus necesidades y cuestiones diarias, la adoptó y la transformó de inmediato. "Es la economía, estúpido". La jugada cambió el rumbo de la partida.
Curiosamente, en el mundo del ajedrez y pese a tratarse de una actividad ligada al intelecto de los hombres, nunca un slogan podría abrir debate alguno; es que en el tablero político del milenario juego no hay lugar para el disenso. Cualquier voz opositora a la conducción o decisión de la FIDE, se silencia; no existió, no existe, ni existirá.
Desde hace casi dos décadas, que el calmuco Kirsan Ilyumzhinov está al frente de ese organismo rector sospechado como nunca antes de tanta corrupción. Dádivas, coimas y lavado de dinero son sólo algunas de las acusaciones que los postulantes a sucederle en las elecciones entre 2006 y 2010, Bessel Kok y Anatoly Karpov, respectivamente, denunciaron a los cuatro vientos en sus campañas presidenciales y que, sin embargo, no lograron conmover a los genuflexos delegados que sufragaron a favor de aquel candidato multimillonario, dueño de un avión privado, varios automóviles de colección, que amasó su fortuna en tiempos de la destrucción de la URSS cuando nadie pagaba sus impuestos ni fiscalizaba los negocios. Como si la máxima del maestro ruso Aarón Nimzowitsch sobrevolara en cada elección: "la amenaza es más fuerte que la ejecución".
El hombre más cercano a Ilyumzhinov es el griego Georgios Makrópoulos, vicepresidente de la FIDE y principal referente de la caterva que responde lealtad al presidente. En su última visita a la Argentina, en el Mundial de 2005, en San Luis, Makrópulos que llegó acompañado de su amante con la que compartió baños de champagne en el hotel Vista de esa ciudad, exigió un automóvil y celular con discado internacional durante la estada. También solicitó setenta mil condiciones a cambio de una promesa que terminó en traición. En Turín, en 2006, Khanty Mansyisk fue elegida sede de la olimpíada de 2010 en lugar de San Luis.
Verborrágico e impune para los escándalos, Makrópulos es el escudero para acallar cualquier voz opositora a la FIDE. La última semana entró en acción cuando un dirigente, el búlgaro Silvio Danailov, presidente de la Unión Europea de Ajedrez (ECU), cuestionó públicamente el vergonzoso desenlace de los matches del Ciclo Candidatura; una histórica competencia que durante decenios sirvió para determinar al mejor aspirante para desafiar al campeón mundial, y que ahora, con las nuevas reglamentaciones de la FIDE, se convirtió en un mamarracho deportivo.
En Kazán, sede de los matches, los participantes fueron llevados de paseo a una ruleta rusa, donde para determinar al ganador se escogió el método más alejado con el ADN del ajedrez; su estrategia, planes e ideas fueron pulverizados por la intuición, los reflejos y el cálculo fortuito.
"El actual sistema de eliminatorias para los Duelos de Candidatos es negativo para el ajedrez", dijo Danailov con la fuerza de sus convicciones, y agregó pruebas a sus dichos, "27 de los 29 juegos con tiempos de ajedrez clásico finalizaron empatados, ¡el 95%!; y en los desempates rápidos hubo partidas de sólo 8 jugadas. Es necesario cambiar las reglas; la responsabilidad es del presidente del Comité Organizador, que debería dimitir".
Danailov que además de tratarse del dirigente con mejor visión empresarial en el mundo del ajedrez y que en su etapa de ajedrecista alcanzó el título de maestro internacional, sabe muy bien de lo que habla. "Yo conozco" fue su slogan de campaña. Y a diario hace honor a ello.
En tanto Makrópoulos respondió que estaba sorprendido por el reproche de que ellos (la FIDE) fueran los responsables de las tablas rápidas, y que Danailov había faltado el respeto a los jugadores. "ojalá lo haya dicho en su función de agente y no en la de presidente de la ECU", dijo con su habitual tono de matón. Y agregó, "Danailov debería comprender que los jugadores no pueden ser forzados con el látigo a que bailen, especialmente quienes están luchando por el título mundial". Y enseguida embarró la cancha asociando esta acción de Danailov con aspiraciones presidenciales para las elecciones de la FIDE, en 2014.
Impresentable y ególatra, el dirigente griego ni siquiera le dedicó un párrafo a su impericia como organizador; al descontento de los grandes maestros, al renunciamiento de Magnus Carlsen, la gran estrella del ajedrez con 20 años, que en diciembre anunció su renuncia a participar en ese ciclo bajo las actuales condiciones.
El vicepresidente de la FIDE, Georgios Makrópulos debería comprender que con sus escándalos y sainetes está destruyendo este juego; burlándose de su historia, amancillando los legados de Lasker, Capablanca, Alekhine, Botwinnik, Bobby Fischer o Kasparov el que millones de niños de todo el mundo aún sueñan con emular. Que está convirtiendo el arte en una timba. Y lo peor, matando la inconmensurable historia.
Makrópulos debería comprender. ¡Es el ajedrez, estúpido!.