¿Es el doblaje un arma de destrucción masiva? [Especiales]

Publicado el 23 marzo 2014 por Ahoracriticoyo @AhoraCriticoYo
'Blade Runner' está llegando a su fin. En el tejado de un edificio, Rick Deckard (Harrison Ford) y Roy Batty (Rutger Hauer) acaban de enfrentarse en una terrible lucha y Deckard cuelga de una viga, a punto de precipitarse al vacío. Cuando las fuerzas le abandonan y parece que su caída es inevitable, Batty le agarra del brazo y le salva de una muerte segura. Es entonces cuando, delante de un sorprendido Deckard que aún no cree que su enemigo le haya salvado le suelta su famoso speech, ese que muchos de los amantes del cine nos sabemos de memoria: “Yo he visto cosas que vosotros no creeríais.Atacar naves en llamas más allá de Orión.He visto rayos C brillar en la oscuridad cerca de la puerta de Tannhäuser.Todos esos momentos se perderán en el tiempo, como lágrimas en la lluvia.Es hora de morir...”Ahora pensad en la voz que resuena en vuestras cabezas recitando con la cadencia perfecta estas palabras. Probablemente sea la de Constantino Romero.

Igual que somos capaces de recordar o asimilar una canción después de escucharla muchas veces, nuestra memoria auditiva también se acostumbra a relacionar personajes o actores de cine con una voz determinada. 'Blade Runner' es uno de los clásicos indiscutibles de la ciencia ficción y una de las películas más importantes de la historia del cine, y además un ejemplo de un doblaje excelente.

Y podríamos pasar a enumerar cientos y cientos de ejemplos de grandes películas con doblajes excelentes. Igual que podríamos hacer a la inversa, citando doblajes desastrosos, que los hay. Pero no perderemos el tiempo en cuestiones obvias, porque una película puede ser disfrutada también en versión doblada tanto como en VO. Probablemente muchos os habréis llevado las manos a la cabeza al leer esta afirmación.¿¡¿¡Cómo se atreve a afirmar esto y llamarse a si mismo cinéfilo?!?! Pues si, no me avergüenzo al decir que me gusta que las películas se doblen. Y lo digo al mismo tiempo que afirmo con la misma contundencia que disfruto como el que más con una película en VO.

La entrada en nuestras vidas de los DVD y blurays abrió una posibilidad excepcional de escoger cómo ver una película, si doblada (además de poder escoger entre varios idiomas de doblaje) o subtitulada. Igual que hoy en día, la llegada de la reconversión a digital de la mayoría de salas posibilita que sea posible proyectar simultáneamente una misma película indistintamente en VO o doblada en varias salas del mismo cine. ¿No es esta una fantástica opción? ¿Qué mejor que acudir a un cine, poder escoger entre varios títulos y además poder decidir si ver la versión doblada o VO?

Nadie duda que Stanley Kubrick era un genio. Todos conocemos el caso del por muchos considerado el “peor doblaje de la historia”, el de ‘El Resplandor’. Es evidente que Verónica Forqué no era actriz de doblaje ni dominaba la técnica perfecta para realizar un trabajo perfecto, y que acostumbrados a escuchar a Jack Nicholson prácticamente siempre con la voz de Rogelio Hernández o de Manuel Cano, lo de oírle hablando con la voz de Joaquin Hinojosa fue casi un trauma.

De izquierda a derecha: Joaquín Hinojosa, Veronica Forqué y Carlos Saura. Doblador de Jack Torrance, dobladora de Wendy Torrance y director de doblaje de 'El Resplandor' respectivamente.

Pero muchos desconocen que las voces fueron escogidas por el propio Kubrick, después de que Carlos Saura, la persona encargada de dirigir el doblaje, le pasase al director varias pruebas con varios actores.

Kubrick quería ante todo voces iguales o muy parecidas a la de los actores originales. Y si hacéis el ejercicio de ver ‘El Resplandor’ en VO comprobaréis que la similitud es asombrosa.Pero Kubrick fue intransigente a la hora de escuchar a los que le decían que esa no era la mejor opción, que dejase en manos de profesionales del sector el doblar su película, y se salió con la suya. 

Pese a las buenas intenciones de Kubrick, el efecto conseguido fue el contrario del inicialmente previsto. Y es que no necesariamente tiene que ser una ventaja que la voz de doblaje se parezca a la original.

Además de Jim Carrey y Johnny Deep, Luis Posada dobla a Leonardo DiCaprio y a John Cusack

Lo excepcional sería contar con unos actores de doblaje específicos para cada actor, con un timbre de voz igual, pero todos sabemos que esto es algo imposible de conseguir. Aquí es donde entra la magia del doblaje. Esa magia que hace que Clint Eastwood, que en VO tiene una voz susurrante y diríamos que casi suave, en castellano suene con el vozarrón de Constantino Romero. Y a todos nos parece perfecto. Y todos nos hubiésemos echado las manos a la cabeza si una película de Eastwood hubiese sido doblada por otro actor, con una voz más similar a la original.

Constantino Romero fue el doblador de Clint Eastwood, Darth Vader y Mufasa entre otros.

En España contamos con unos grandísimos actores de doblaje y por fortuna, se respeta muchísimo la asociación entre voces y actores. Julia Roberts tiene detrás a Mercè Montalà. Jordi Brau es capaz que Tom Hanks, Robin Williams, Nicolas Cage y Tom Cruise suenen diferentes pese a tener la misma voz en castellano. Algo que también consigue Luis Posada con Johnny Deep y Jim Carrey. José Posada se encarga de Matt Damon y Claudio Serrano de Christian Bale. Y no hace falta decir que Clint Eastwood y Constantino Romero van de la mano en la mayoría de sus películas. 

Claudio Serrano es el encargado de poner voz al actor Christian Bale y Ben Affleck. ¿Casualidad?

Desde hace muchos años cuando vamos al cine a ver películas protagonizadas por algunos de estos actores sabemos que nos encontraremos con su voz habitual. Siempre hay excepciones, como cuando Luis Posada no pudo doblar a Johnny Deep en 'Alicia en el País de las Maravillas' por decisión de la productora del film, que, a pesar de las muchas quejas que recibió por esto, no dio su brazo a torcer. Eso no quiere decir que su substituto, Iván Muelas (voz de, por ejemplo, Will Smith en ‘El Príncipe de Bel-Air’) no hiciese un trabajo perfecto, pero después de tantos años es complicado aceptar una nueva voz, y más cuando el propio Luis Posada ha conseguido una simbiosis perfecta con el actor, que hace prácticamente indisoluble la asociación.

Uno de los dobladores más "polifaceticos" en la actualidad es Jordi Brau, quién dobla a actores de la talla de Tom Hanks, Robin Williams, Tom Cruise o Nicolas Cage

Al mismo tiempo, vemos casos como el de Sylvester Stallone en ‘Los Mercenarios 2’. A Stallone lo asociamos de toda la vida con la voz de Ricardo Solans, pero cuando se estrenó el film, Solans se encontraba convaleciente de una enfermedad y no pudo realizar el doblaje, siendo substituido por Juan Carlos Gustems. Sabiendo la productora el problema, cuando editó la película en bluray grabó de nuevo la pista de audio de Stallone con la voz de Solans y la incluyó como una opción más en el menú de la película, un detalle que fue muy apreciado por los fans.

En la mayoría de las películas de Matt Damon oímos a José Posada

Nuestra gran suerte es haber tenido una industria que mimaba los doblajes de cine. Eran épocas en las que un film podía tardar varios dias en doblarse. Claro que la edición de sonido de entonces no era digital como ahora, que permite una mayor facilidad a la hora de por ejemplo, ajustar frases, pero en contraprestación lo que teníamos era un doblaje prácticamente perfecto. No es que ahora no se haga un buen doblaje, es que los tiempos han cambiado. Actualmente, con la llegada a nuestras pantallas de los últimos capítulos de nuestras series favoritas prácticamente horas después de su emisión en su país de origen, hemos llegado a un punto en que un doblaje tiene que hacerse con mucha más celeridad de la deseada. Lo perfecto sería tener tiempo suficiente para traducir primero, adaptar correctamente después y finalmente doblar con la calma necesaria para que el resultado fuese óptimo. Pero las prisas, que nunca son buenas compañeras, hacen que el proceso tenga que acelerarse por necesidad y que la calidad de un doblaje quizás no sea tan buena como en otras ocasiones, pero aún así seguimos disfrutando de doblajes excelentes.

A la izquierda: Constantino Romero y a su derecha, Rogelio Hernandez, voz de actores como Jack Nicholson o Marlon Brando.

Es curioso como dentro del mundo de los aficionados al doblaje también pueden existir puntos radicales, similares a los de doblaje SI o doblaje NO. Hablo del delicado tema de los redoblajes. En ocasiones (ya sea por tema de derechos de emisión o por demandas judiciales) las compañías deciden que en lugar de pagar por recuperar el doblaje antiguo es más barato hacer uno nuevo, con lo que nos encontramos con películas que todos asociamos ya con anterioridad a unas voces con una sonoridad totalmente diferente. Sin entrar en si es mejor o peor decisión lo que es evidente es que lo triste es que las compañías encargadas de decidir estas cuestiones no sean sensibles con esto. Si se decide editar una película en DVD muchos no la comprarán sabiendo que el doblaje que lleva no es el original.

Casos ha habido en los que una nueva remasterización de un film de culto o clásico ha permitido una nueva edición y se le ha realizado un redoblaje para poder remasterizar también el audio en castellano, cosa imposible de hacer con la pista con el doblaje antiguo. En ese caso la solución es tan sencilla como incluir las dos pistas de audio, una con la versión remasterizada, con nuevas voces y sonido claro y perfecto y otra con el doblaje antiguo, que probablemente no suene tan bien ni tan claro pero que es el que muchos prefieren escuchar.

Mercedes Montalá es una de las dobladoras que más trabajo tuvo en los 90. Doblaba a estrellas como Julia Robets, Sharon Stone o Catherine Zeta-Jones.

No incluir estas pistas de audio ha ocasionado que los aficionados se dediquen a hacer sus propias copias de películas con el doblaje auténtico (por decirlo de alguna manera), como ha ocurrido con muchas de las películas Disney. En su momento, una demanda interpuesta por Peggy Lee, una de las voces de 'La Dama y el vagabundo' supuso que el estudio pagase a la actriz más de 4 millones de dólares en concepto de derechos. Esto propició que otros actores hicieran los mismo, como Evangelina Elizondo, la voz de Cenicienta en su doblaje latino, que reclamó que le pagasen los royalties de las canciones que interpretó en el film. Todos estos procesos judiciales hicieron que la compañía se dedicase a realizar nuevos doblajes de algunos de sus clásicos, retirando del mercado aquellas copias con los doblajes antiguos, y haciendo firmar un contrato de renuncia sobre los derechos de sus interpretaciones a los actores de los nuevos doblajes.

Uno no puede imaginarse las películas con otros doblajes que no sean los clásicos, pero hacerlo con las películas de Disney es todavía mucho peor. Y más si consideramos que el propio Walt Disney consideraba los doblajes latinos realizados en México por Edmundo Santos verdaderas obras maestras, y en muchos casos los prefería a las versiones originales. Buena manera de comprobar si Walt Disney tenía razón es visitar la estupenda web www.doblajedisney.com, una completa base de datos con muestras de voces de todas las películas de la factoría de Mickey Mouse, donde se pueden comparar todas las versiones realizadas de cada una de las películas.

Con los años, la concepción que se ha generado sobre el mundo del doblaje ha sido errónea, llena de prejuicios (la mayoría totalmente falsos). Podemos convivir perfectamente en un mundo en el que escoger en que idioma ver una película en una sala de cine sea algo normal y no casos aislados y puntuales.

El mundo del doblaje ha tenido que batallar continuamente con leyendas negras sobre su profesión. Ni el doblaje es un invento del franquismo (el doblaje surgió a finales de los años 20, cuando apareció el cine sonoro), ni los subtítulos son la solución para poder disfrutar de la VO sin problemas (un subtítulo jamás podrá reflejar exactamente las mismas palabras sin tener que dejarse algo de información por el camino), ni por supuesto el doblaje tiene la culpa de que en este país el nivel de conocimiento de otras lenguas sea tan ínfimo. Cierto que estamos a la cola en este apartado, pero de ahí a decir que es culpa del doblaje por hacer que nuestro cerebro se acostumbre a que le den las cosas masticadas hay un trecho. Así que acérrimos detractores del doblaje que os escudáis en estas afirmaciones, hacéroslo mirar.

Vivimos una época en el que la cultura está siendo perseguida por nuestros propios gobernantes, recibiendo palos certeros desde todos los estamentos. Y es triste algo que es una parte importante de nuestro legado cultural sea considerado casi una aberración. Abramos pues nuestras mentes y nuestros oídos, y aceptemos al mundo del doblaje tal y como debería ser considerado: un arte a disfrutar y sobre todo, a conservar.