¿Es el lobo el principal problema de la ganadería?

Por Davidalvarez
Ayer se celebró en Madrid una manifestación convocada por más de 200 asociaciones que tenía como objetivo exigir la protección del lobo ibérico. Una manifestación a la que acudieron varios miles de personas (más de 30.000 según varios medios) y que pedía el cese de las matanzas de estos depredadores y la adopción de medidas efectivas que aseguren su conservación.
Los "controles" letales de lobos son la respuesta que ha adoptado la administración como respuesta a las protestas de los ganaderos, que acusan al lobo de poner en peligro su actividad, y con esa excusa, algunas comunidades autónomas como la asturiana, han aprobado un nuevo plan del lobo que tendrá una duración de 7 años que incluye el incremento de esas matanzas y que permitirá por primera vez que los cazadores particulares puedan matar lobos durante las cacerías, siempre que lo hagan "dentro de los controles poblacionales de la especie". Algo completamente inaudito, ya que el lobo en Asturias no figura como una especie cinegética.
Pero el objetivo de esta entrada no es otro que el de poner sobre la mesa los datos oficiales y comprobar si este depredador es realmente el causante del declive de la ganadería y si tal como dicen algunos ganaderos, el lobo y la ganadería no son compatibles y que "no exista otra solución que erradicarlo"
Hace unos días la prensa se hacía eco de los últimos datos sobre los daños ocasionados por los lobos en la cabaña ganadera de Picos de Europa en 2016. Según estos datos, los lobos habían matado 230 cabezas de ganado, la mayoría de las cuales correspondían a ganado menor (ovino y caprino). En la zona asturiana del Parque, el total de reses muertas fue de 141.
Ante estas cifras hay que preguntase si esos daños, que son abonados por la administración son realmente el mayor problema al que se enfrenta la actividad ganadera en este espacio protegido. Y las cifras parecen indicar que no es así. En el PN de Picos de Europa se censaron en 2016 un total de 29.896 cabezas de ganado, que se distribuyen de la siguiente forma: 

Según estos datos, los daños ocasionados por los lobos afectaron a un 0,77% de la cabaña ganadera del Parque Nacional. Según algunos ganaderos, esos datos estarían subestimando la incidencia real del lobo sobre e ganado, ya que 123 animales que han muerto o desaparecido no han sido incluidos y según los afectados podrían atribuirse también a los lobos. En ese caso, si asumimos que todas esas muertes podrían haber sido ocasionadas por los lobos, el número total ascendería a 353 animales, que representarían el 1,18% de la cabaña ganadera.
En cuanto al dinero que ha sido abonado por esos daños, entre las tres Administraciones que forman parte del Parque Nacional se pagaron 61.059€. Teniendo en cuenta que en 2016, el presupuesto de gasto en el espacio protegido fue de 3,5 millones de euros, tampoco resulta demasiado creíble que el dinero abonado por los daños en el único Parque Nacional de España con presencia regular de esta especie sea excesivo. 
Si analizamos exclusivamente los datos de toda la cabaña ganadera asturiana, tanto la que se encuentra dentro como fuera de los espacios protegidos y según la información aportada por la Sociedad Asturiana de Estudios Económicos e Industriales (SADEI), los datos son los siguientes:

Al igual que en el caso de Picos de Europa, los daños ocasionados por los lobos afectan a menos del 1% de la cabaña ganadera. Incluso si descontamos el ganado vacuno de leche, que es menos proclive a sufrir los ataques de los lobos, la cifra sería del 1,6%.
El porcentaje de muertes ocasionadas por el lobo, y por citar solo el ejemplo del ganado vacuno, es muy inferior a la mortalidad natural de los terneros antes del destete, que se estima entre un 3 y 8% en la explotaciones extensivas (Astiz et al, 2008).
Según un estudio realizado en Portugal y España para caracterizar y prevenir los daños del lobo al ganado vacuno (Álvares et al, 2004), en la Cordillera Cantábrica, la causa principal de mortalidad del ganado fueron las enfermedades y los despeñamientos y según las entrevistas realizadas a mas de 60 pastores,  la depredación por lobo no se percibía como un problema mayor, "excepto en los Lagos de Covadonga", donde curiosamente los daños al ganado vacuno afectan a menos del 0,4% de los animales.
A la vista de los datos, no parece demasiado creíble que los lobos sean el problema más grave al que se enfrenta la ganadería. El precio de los piensos o el precio al que los intermediarios pagan la leche y la carne son mucho más graves. Hace poco más de un año la Comisión Nacional de Mercados y la Competencia (CNMC) multó con 88,2 millones de euros a dos asociaciones y nueve empresas por "conductas anticompetitivas que infringen la legislación de competencia" por pactar precios mínimos para la leche cruda. Después de esta sentencia, tanto el gobierno asturiano como la administración central se pusieron del lado de estas empresas, despreciando por tanto a los ganaderos estafados.
Resulta evidente que el lobo no es el principal problema de la ganadería, aunque la Administración haya encontrado en esta especie el chivo expiatorio perfecto para no enfrentarse a los verdaderos problemas a los que se enfrenta el sector. 
ReferenciasÁlvares F, Blanco JC, Salvatori V, Pimenta V, Marroso I & Ribeiro S (2004) “Exploring traditional husbandry methods to reduce wolf predation on free-ranging cattle in Portugal and Spain". Informe técnico.Unión EuropeaAstiz CS, Vinatea VJ & López MC (2008)  Producción de ganado vacuno de carne y tipos comerciales en España. Schering-Plough Animal Health.