Revista Espiritualidad

"Es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno, porque sin crisis todo viento es caricia".

Por Ignacionovo
(FLASHBACK ENERO 2010) Autor: Albert Einstein. Contando el número de veces que aparece citada la palabra crisis en alguna entrada del blog, descubro escasas referencias. Lo cual, teniendo en cuenta que en parte tratamos de cómo superarlas, parece escaso y más aún encontrándonos en medio o al final (depende de las versiones) de la que es ya  la mayor crisis económica de la historia.
No es afán de negar la realidad ni tampoco de huir de ella, pero si es cierto que siendo positivo tiendes a primar el tratamiento de temas optimistas, mientras las crisis nos enfrentan a sentimientos dolorosos tales como el temor, la frustración, la preocupación o la parálisis. Sin embargo, hay esperanza, porque un grupo concreto de personas viven los momentos de dificultad de forma diferente y además, ven en ellos una ocasión, más que una tumba.
A lo largo de su vida, Einstein centró bastantes de sus reflexiones en las crisis, llegando a calificarlas como coyunturas mágicas en las que prosperaba la inventiva, llegaban los descubrimientos y se desarrollaban las grandes estrategias. También opinaba que sin crisis no hay desafíos y que sin desafíos la vida es una rutina y una lenta agonía. Que sin ellas no hay méritos y que es en mitad de una crisis cuando resplandece la creatividad, que nace de la angustia, como el día nace de la noche oscura.
Oportunidad es la palabra porque, siendo sinceros, muchas veces sólo nos atrevemos obligados por la necesidad. La vida utiliza cloroformo para cuando las cosas nos van bien, adormeciéndonos en un lento pasar el tiempo si no estamos obligados a cambiar nada.
Sobre la crisis global tenemos poco imperio, pero sobre la personal lo tenemos todo, así que toca encarar los días con imaginación y salir de dónde estemos (cuándo dónde estemos no nos guste) y pensar que si bien la gestación y el parto de una crisis resulta terrible, su desenlace suele traer al mundo 'robustos hijos' casi criados y preparados para todo.
Os dejo para el final, un pequeño fragmento del guión de la película "El tercer hombre" de Carol Reed (1949).
Dice así: "Vamos Holly, no estés tan triste! En Italia durante los treinta años de los Borgia hubo guerras, terror y derramamiento de sangre. Pero también tuvieron a Miguel Angel, Leonardo da Vinci y el Renacimiento. En Suiza vivían en amor fraternal: quinientos años de democracia y paz. ¿Y que resultó de todo eso? El reloj de cuco."
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