Es fácil ganar Eurovisión, si sabes cómo

Publicado el 12 mayo 2014 por Esti @estipuntobpunto
Me voy a forrar.
Voy a escribir un best seller que lo va a petar.
¿Os acordáis de esto?

Hubo una época en la que todo fumador se había leído este libro. Incluso varias veces. Cuando recaían en el vicio, volvían a leérselo. En sus bolsos había una cajetilla de tabaco o un ejemplar de "es fácil dejar de fumar, si sabes cómo". 
Pues yo voy a hacer lo mismo pero con un libro dedicado a Eurovisión. Porque noto que los países concursantes están muy perdidos y se empeñan en llevar todos los años a la típica moza de buen ver con vestido de lentejuelas y melena al viento que canta una balada que empieza flojico y acaba en mucho gorgorito mientras actúa detrás de ella una bailarina/patinadora/trapecista. Y en toda Europa se oye un clamor. ¿No más recortes? No, ése no es el clamor, es: basta ya de baladas.
Aquí, en exclusiva, un avance de mi próximo best seller "Es fácil ganar Eurovisión, si sabes cómo", con algunas claves:
Llevar una buena canción
Podrá parecer una obviedad. Llevar un hit, una de esas canciones pegadizas, inolvidables y eternas. Como ésta. Pero no siempre funciona. Este clásico de Raphael se quedó en el puesto séptimo en la edición de 1966. "Eres tú", de Mocedades, se quedó segunda pero alcanzó el top ten en Estados Unidos, se hicieron versiones en alemán, francés, inglés, italiano y ha envejecido de mil amores. No así el vestido de Amaya Uranga:

Canta en inglés
Cantar en italiano, francés o español, pase. A fin de cuentas hay expresiones internacionales en esos idiomas: camorra, spaghetti, croissant, menage a trois, siesta, guerrilla... Cuánto dice de la imagen exterior de un país las palabras que ha conseguido convertir en internacionales. Pero cantar en armenio, montenegrino o azerbayano (¿existe el azerbayano? Es más, ¿dónde está Azerbayán?), pues mira, no.

Llama la atención a saco
Y "a saco" no es llevando un piano como el rosco de Pasapalabra.

A saco es que hablen de ti, aunque sea mal. A veces funciona, a veces no. Llevar a un cantante hombre con barba vestido de mujer, funciona.  Llevar a una rapera acompañada de mozas con escotazo que parecen sacadas de una película de Tinto Brass, no funciona. Será trending topic, provocará codazos y risitas nerviosas, pero estamos hablando de un concurso musical, y Conchita Wurst será hombre, tendrá la barba pintada cual Geyperman, pero su canción recordaba a la gran Shirley Bassey y eso bien se merece ganar Eurovisión.
Ser de la ex Yugoslavia
Las guerras civiles tienen su lado bueno. Todos aquellos que hace 15 años se pegaban tiros ahora se llevan súper bien y se dan 12 puntos los unos a los otros. Lo mismo se aplica a los países de la antigua URSS, que lo mismo un día amenazan con cortar el suministro del gas y con independizarse como que llega Eurovisión, les entra la nostalgia y venga a dar 12 puntos al país vecino que antes de ayer querían conquistar. Si yo fuera Artur Mas, usaría el argumento de arrasar en Eurovisión para convencer a Rajoy de hacer el referéndum independentista.
Sabiendo todo esto, ¿cuándo ganará España Eurovisión?
Pues fácil, cuando lleve una canción pegadiza y potente cantada por alguien que sabe llamar la atención y nos voten tanto Catalunya como Euskadi, Galicia, Andorra, Portugal, Italia y también Alemania e Inglaterra, que para entonces ya estarán llenas de emigrantes españolitos nostálgicos.
Yo calculo que para el 2020.
Y vosotros, ¿también estáis hartos de las baladas con crescendo vocal?, ¿echáis de menos el Eurovisión de nuestra infancia, cuando había una orquesta en directo y no un montaje que ni el espectáculo de luces de la fuente de Cibeles cuando la boda del Príncipe?, ¿o mejor esa época loca de Eurovisión con Chikilicuatre, el austriaco que cantó con un pavo y las yayas rusas?
Contadme...