El pueblo de pescadores Es Grao y la playa que lleva su mismo nombre se encuentran en la costa norte de Menorca a muy poca distancia de Mahón, en un entorno natural protegido de alto valor ecológico. La playa Es Grao es la más familiar de Menorca ya que es ideal para ir con niños.
Este pequeño pueblecito de pescadores, en el que hoy en día todavía quedan algunos pescadores especializados sobretodo en la captura de la langosta, es una de las zonas de veraneo más tradicionales de los habitantes de Mahón. Es Grao está formado básicamente por las típicas casetas menorquinas y algunos chalets más modernos todos pintados de blanco que le dan ese aire tan típicamente mediterráneo.
Es una zona muy poco turística, frecuentada en su mayoría por familias menorquinas. No hay hoteles y las posibilidades de alojamiento se limitan a unas pocas casetas de particulares que las ponen en alquiler en verano. En el pueblo hay un bar restaurante a pie de playa especializado en paellas y fideuás.
La playa Es Grao es probablemente la más familiar de Menorca. Está en una bahía con muy poca profundidad que la hace ideal para los niños. Hay que adentrarse muchos metros en el mar para que el agua empiece a cubrir un poco. A diferencia de las playas del sur de la isla, de arenas blancas y finas, su arena es algo más oscura. Sus aguas son cristalinas y su entorno natural y salvaje es muy característico de las playas de la costa norte de Menorca.
Al final de la playa, en el lado opuesto al pueblo de pescadores, el famoso “Camí de Cavalls”, un antiguo camino que bordea la isla por su costa muy popular entre senderistas y caballistas, sigue su ruta hasta el Faro de Favaritx pasando por varias playas vírgenes.
La Playa Es Grao forma parte del Parque Natural de S´Albufera des Grau. Esta albufera es la zona húmeda más importante de la isla y su valor ecológico es importantísimo. Desde el final de la playa también se puede seguir un sendero que bordea la zona dunar de detrás de la playa y que lleva hasta la albufera. En un punto de este tramo hay un mirador en un montículo con unas fantásticas vistas de este humedal.
Siguiendo este sendero hasta su final se llega a la carretera que lleva al pueblo, a pocos metros del parking de la playa. Vale la pena recorrerlo antes de volverse a casa, y disfrutar de la Albufera des Grau, uno de los puntos más emblemáticos de la isla, y una de las razones por las que Menorca fue declarada Reserva de la Biosfera por la UNESCO.