En el suroeste de Pensilvania, las ocho esclusas y presas que han ayudado a las barcazas a transportar mercancías a lo largo de los ríos Allegheny, Monongahela y Ohio durante décadas también generarán suficiente energía para 75 000 hogares en unos pocos años.
Los compromisos recientes entre la industria y los grupos ambientalistas se reflejan en la ley de infraestructura del presidente Joe Biden, que asigna $2500 millones a proyectos que incluyen la eliminación de represas y la mejora de estructuras existentes para energía hidroeléctrica y almacenamiento de energía.
Utilizando agua corriente para hacer girar turbinas conectadas a generadores, la energía hidroeléctrica es la fuente de energía renovable más antigua y la segunda más grande en los Estados Unidos después de la energía eólica.
De las 90.000 represas que hay en el país, 2.500 producen energía. Pueden generar suficiente energía para 9 a 12 millones de hogares, según una estimación de la Asociación de Suministro de Energía Eléctrica basada en datos federales de 2012. La industria hidroeléctrica y los grupos conservacionistas aún se enfrentan por las represas. Las represas producen alrededor del 5% de la energía renovable del estado.
Es muy fácil que los sistemas fluviales individuales se pierdan en el mensaje del cambio climático y la necesidad de energía renovable. Debido a la persistente sequía que afecta la producción hidroeléctrica al oeste del río Mississippi, la industria tiene un camino más directo hacia la expansión en los estados del este. En algunos estados, las represas aprobadas por la organización califican para programas de energía verde.
+ en: Is hydropower the future of green energy? Why some say yes.
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