Pero no te olvides de Haití...
Votar es algo mágico. Una se levanta por la mañana, hasta aquí todo normal, aunque con el ánimo más despierto: no hay que olvidar que es domingo. Desayuna, se da una ducha que acabará por despejar cualquier duda que haya quedado rezagada en el proceso de autoconvicción, coge la tarjeta censal para no estar más tiempo del necesario imitando a un oso en el colegio electoral y sale a la calle. Por el camino, se encuentra con los más madrugadores que ya vuelven y adelanta a los que elevan el corto paseo que les separa del colegio a la categoría de caminata para mitigar el colesterol.
Únicamente he conseguido votar en mi colegio electoral en unas elecciones europeas, muy poco concurridas, en las que fui vocal. Siempre había sido consonante, así que ser vocal y disonante más tarde, me dio un placer inesperado. Normalmente, alguien de la mesa coge mi voto y lo introduce en la urna. Siempre miro dónde cae, en esa pecera seca junto a otros pececillos de papel, y me acuerdo de Newton y la ley de la gravedad (*). Hoy pensaré en peces de colores que nadan libres y comen macarrones. Me aseguraré, como hago siempre, de que no haya un agujero debajo por el que se cuele mi voto hacia una papelera de reciclaje en el mejor de los casos, y de que el presidente de la mesa no sea en realidad un mago virtuoso que, en el último momento, gracias a un juego de manos imperceptible, convierta mi voto en aire. Hoy por hoy, no sabría cuál de las dos opciones valorar como explicación a que, haga lo que haga, siempre estén los mismos. Debe ser magia.
* “Los efectos de la gravedad son siempre atractivos y la fuerza resultante se calcula respecto al centro de gravedad de ambos objetos (en el caso de la Tierra, el centro de gravedad es su centro de masas, al igual que en la mayoría de los cuerpos celestes de características homogéneas). La gravedad tiene un alcance teórico infinito; pero la fuerza es mayor si los objetos están próximos, y mientras se van alejando dicha fuerza pierde intensidad.” … “Se trata de una de las cuatro interacciones fundamentales observadas en la naturaleza, originando los movimientos a gran escala que se observan en el Universo“.