En este mundo siempre habrá cosas buenas y malas, esto es normal, pero acostumbrarnos a la práctica sistemática de la injusticia, la incompetencia, la impunidad, la corrupción sin límites, al crimen oficial y privado, sin oponer resistencia alguna, es una perversión.
No podemos habituarnos a la injusticia, al burocratismo, al abuso, a la pobreza, a la destrucción sistemática del medio ambiente, porque esto va en contra de la naturaleza humana, del instinto mismo de supervivencia.
Muchos funcionarios ineptos y corruptos alegan que estos problemas son normales, que poco o nada se puede hacer contra ellos porque “así es la vida”, pero esto es falso porque hay muchas maneras de saber cuando algo se pasa de la raya, de lo que pudiera considerarse normal.
En primer lugar figuran las estadísticas nacionales, internacionales y locales, que por métodos científicos permiten hacer comparativos y ver hasta qué punto está fallando un sistema, un gobierno, una sociedad, en la búsqueda de la justicia y del bienestar general.
El gobierno mexicano, los gobiernos estatales, los académicos, los periodistas, sabemos a ciencia cierta que hoy ocurren cosas graves en el país que no son ni podrán ser normales, porque ante hechos semejantes hay mejores resultados en otras partes del mundo y aquí mismo en otras épocas de la Historia.
Además, hay muchos ojos en el exterior que nos ven y que han salido a las calles para protestar contra las sistemáticas violaciones a los derechos humanos que aquí ocurren. Esto es una vergüenza nacional.
Es necesario corregir el rumbo a la brevedad posible, porque ningún sistema puede sostenerse de esta manera. Los primeros que deben entender esto son los partidos políticos, que al mantener su famoso pacto de impunidad le están haciendo el peor daño a México; no entiendo, después de lo ocurrido, con qué cara van a salir a pedir el voto de los mexicanos en las próximas contiendas electorales.
Ya no hay cabida para el conformismo: la protesta ciudadana, pacífica y civilizada, pero firme, es una obligación política, cívica y moral.
Artículo publicado por el diario La Crónica de Hoy Jalisco en su edición del viernes 31 de octubre de 2014.