Muchas personas comienzan a practicar algún deporte con el objetivo principal de perder peso. Sin embargo, cuando comenzamos a hacer deporte es posible que observemos que hemos perdido alguna talla pero que sin embargo no hemos perdido nada de peso.
Este concepto tiene que ver con la densidad de la grasa y la densidad de los músculos.
Adelgazar sin perder peso
Generalmente las personas sedentarias o que tienen muy poca actividad, tienen en su cuerpo un gran porcentaje de grasa y un porcentaje de músculo inferior.
Cuando comenzamos a hacer deporte con el objetivo de adelgazar, nuestro organismo va a utilizar como combustible parte de esas grasas que tenemos acumuladas en nuestro cuerpo como reservas.
Pero a la vez que nuestro cuerpo va consumiendo las grasas, se va creando poco a poco cada vez más musculatura. Los músculos, a igualdad de volumen, pesan más que la grasa. Por este motivo es posible adelgazar sin disminuir peso.
Realmente lo que estamos haciendo es “convertir” parte de las grasas de nuestro organismo en músculo y estaremos perdiendo volumen.
Podemos hacer una comparación con 1 kg de paja y un 1 kg de plomo. Ambos pesan exactamente lo mismo, 1 kg, pero la paja ocupa mucho más volumen que el plomo. En nuestro cuerpo, la grasa sería la paja y el plomo sería la musculatura.
Si hemos comenzado a practicar deporte y vemos que nos sobran una o dos talla de pantalón pero que no hemos perdido nada de peso no tenemos que preocuparnos, lo estamos haciendo bien.
La pérdida de peso vendrá si seguimos practicando deporte con cierta continuidad.
Para que nuestro cuerpo sea más eficaz utilizando las grasas como combustible es recomendable practicar deportes a intensidades bajas. Correr a ritmo suave y hacer ciclismo también de forma suave nos va a ayudar notablemente con nuestro objetivo.