Es Sócrates una de las figuras más misteriosas de la historia.

Publicado el 31 enero 2020 por Johnny Zuri @johnnyzuri

Uno de los gigantes de la filosofía occidental, Sócrates es asimismo una de las figuras más misteriosas de la historia.

enero 2020

Sócrates, de intelecto refulgente, escogió no perseguir dinero, poder o bien fama, sino más bien vivir en la pobreza extrema como un pensador callejero conflictivo. Los helenos se dedicaron a la belleza, y esta significaba proporción en su arquitectura y estatuas.

Sócrates no era un «maestro». Si bien en ocasiones se hace referencia a Platón como su « pupilo estrella » , Sócrates rechazó tajantemente el título de «maestro», o bien cuando menos en la manera en que los helenos comprendieron el papel de un profesor.

En vez de redactar tratados filosóficos secos o bien dar conferencias a los estudiantes sobre la naturaleza del conocimiento, Sócrates prefirió una forma considerablemente más entretenida de llegar al fondo de las preguntas espinosas. Pasaba todo el día en el Ágora, el escandaloso mercado al aire libre de la ciudad de Atenas, y hacía preguntas a la gente.

En realidad no sabemos mucho sobre el Sócrates ‘real’. El Sócrates histórico, como el Jesús histórico, es imposible de conocer. Ninguno de estos hombres de entonces escribió los textos por los que son más conocidos, mas figuran como personajes primordiales en los escritos de otros.

Aristófanes y Sócrates eran contemporáneos, mas ambos hombres no estaban de acuerdo en muchas cosas. Aristófanes culpó a los sofistas y pensadores naturales por envenenar las psiques de la juventud ateniense, y su caricatura de Sócrates en «Nubes» se hizo tan famosa que persiguió al pensador de por vida.

No es moco de pavo resumir las filosofías de Sócrates en una declaración, mas si hay un principio clave que aparece una y otra vez en los diálogos, es esto: jamás está bien hacer mal. Ni tan siquiera a cambio de una lesión que te causó alguien. Tampoco bajo amenaza de muerte o bien para salvar a tu familia. Jamás es adecuado hacer lo malo. Eso es algo enorme como principio moral.

Sócrates murió mientras que vivía, sin concesiones. El entorno es que Atenas era sombría tras padecer la derrota de Esparta en las Guerras del Peloponeso, y los atenienses procuraban algo o bien alguien a quien inculpar.

Porque no hago más que persuadirlos a todos, viejos y jóvenes por igual, de que no piensen en sus personas y sus propiedades, sino más bien primero y eminentemente en la mejora del ánima.