...es un anacronismo

Publicado el 08 septiembre 2014 por Tuto Villa @GOLYPUNTO
Decía Heráclito que la vida es cambio. Su ejemplo fluvial sigue funcionando como lo hizo en aquel entonces al mostrar la constante transformación en el mundo que nos rodea: ¿cómo es posible bañarse dos veces en un mismo río si la corriente no para de fluir?  Paco Alcácer está de moda, en parte, por ser un delantero anacrónico. En una época donde los puntas tienen un radio de acción más amplio, tanto a lo ancho (Rodrigo Moreno) como a lo largo (Negredo) del terreno de juego, su capacidad para resultar determinante en un espacio tan reducido como es el área pequeña le convierte en una especie protegida. Un estilo de juego asociado a figuras del tamaño y envergadura tales como Fernando Llorente, Falcao, Mandzukic, Ibrahimovic, Cavani o retornando a épocas anteriores: Mario Kempes, Marco Van Basten, entre otros. Unas circunstancias que le hacen ser más peculiar si cabe. Porque su talento como goleador no se queda sólo en mera intuición, olfato o en ese extraño magnetismo que ciertos futbolistas desarrollan con los rebotes y el mal llamado vulgarmente “azar”. No. Su calidad va más allá. Es sofisticada. A un notable golpeo de balón, tanto a la hora de disparar como de rematar, hay que sumarle una increíble lectura de los espacios  libres de adversarios que se ocultan en el área, que tan difíciles son a menudo de interpretar y que muy pocos encuentran con esa sencillez.  Paco se aleja del balón, se detiene y desaparece. Es un truco, una ilusión. Porque lo siguiente que escucharas es gol.