'Es un decir', de Jenn Díaz

Publicado el 24 marzo 2014 por Carm9n @Carmenyamigos

 "El día que cumplí once años mataron a mi padre."
Con esta aparentemente sencilla frase Mariela comienza en Es un decir la narración de la complicada vida de su abuela, su madre y ella misma tras la tragedia. Las tres mujeres serán el centro de esta historia en la que dos de ellas, principalmente Mariela, tendrán voz propia. La muerte del padre, o peor aun, el asesinato del padre marcará un punto de inflexión que determinará sus vidas en un pueblo de la España profunda de la posguerra, un lugar de murmuraciones, rumores y habladurías pero también de taimados silencios y oscuridad, de engaños y mentiras. 
Mariela querrá saber por qué mataron a su padre, por qué nadie quería enterrarlo,.. Querrá saber para liberarse, para superar el dolor por la muerte del padre, o al menos por la muerte de un padre imaginado y recreado. Pero quizá el saber, más que aligerar, acreciente ese dolor. Puede que ese saber implique más sufrimiento... Pero Marianela no se conforma y ha de crecer, ha de hacerse un señorita, ha de iniciarse en el mundo adulto, y eso implica conocer sus verdades y sus mentiras. Pero en la casa que comparte con su madre y con su abuela el silencio, el aislamiento, la soledad la rodean, la dañan, la asfixian, una asfixia que parecer ser marca (es un decir) de la casa. 
"(...) sin que me deje nada por decir, porque son tantas las cosa que me he ido callando, y ahora todo me pesa tan adentro, sin saber yo mientras guardaba las palabras que algún día me pesarían (...) se clavan por todas partes, las palabras, las dichosas palabras, que lo dicen todo y que no dicen nada..."

Las palabras silenciadas que asfixian por igual al que las calla y a quien ansía escucharlas. En la familia de Mariela las palabras importantes han sido calladas o falseadas y así la verdad tan solo "es un decir".  Es un decir... y Mariela tendrá que ir buscando la palabra exacta, la palabra precisa alejada de paradojas y contradicciones y destapar la verdad, lo que está por descubrir. Y la verdad desnuda, sin ambages, la verdad descarnada se encuentra aquí principalmente en el diálogo interior, en la relación con uno mismo en donde no hay apariencias, disimulos ni escondites.

Aunque heridas y maltrechas, las mujeres protagonistas de Es un decir son mujeres fuertes, mientras que los hombres son seres débiles, sin fuerza, extraños, poseedores de una libertad que las mujeres no conocen pero a los que la guerra ha desubicado y dejado sin rumbo ni arraigo. Mujeres y hombres...
... y verdades y mentiras. Silencios y confesiones. Amores y odios. Desencanto. Valor y cobardía. Rencores y perdones. Muerte y vida. Dos bandos.
"(...) es facilísimo idealizar a un muerto, porque nunca te va a decepcionar. (...) Del muerto es fácil hablar y confiar en él, es alguien que se adapta a tu necesidad, a tu añoranza, y se va moldeando hasta que es justo como tú deseas; a mí me pasó con mi padre, por eso sé tantas cosas sobre los muertos."
Os invito a leer, releer, descubrir, si es el caso, a Jenn Díaz (Barcelona, 1988). Vale mucho la pena. Y no es un decir...