Inmediatamente, desde el Ministerio que dirige Wert no se han resistido al silencio y han contestado con un comunicado, instando al escritor a leer el contenido de la LOMCE, a “hablar con más rigor de lo que se ha hecho” en los planes educativos y subrayando que la lectura de la obra “será obligatoria en el próximo curso, tanto en 3º de la ESO como en 1º de Bachillerato”. Pero a Arturo Pérez-Reverte no le convenció la aclaración de Educación e insistió en que “el ministro Wert puede cantar misa gregoriana, pero la realidad abrumadora es que no es obligatorio el estudio ni la lectura del Quijote en las escuelas españolas. Lo que es una vergüenza”.
Una parte del comunicado de Educación dice que “en los desarrollos curriculares de la LOE actualmente vigentes, no se precisa con tanto rigor la obligatoriedad de la lectura del Quijote, aunque sí deja la posibilidad para que los docentes lo incorporen a sus programaciones”. “El comunicado –reiteró Pérez-Reverte– demuestra que el Quijote no está considerado”. E insistió en que el libro de Cervantes “no debe ser desterrado de las aulas, como lo está haciendo”.