25.11.2015 10:55
Hoy en día cada vez más gente decide viajar sola, por su propia cuenta. Esto viene a suponer, que no depende de las agencias de viajes para planear su viaje ni al principio ni durante ni después del viaje. Tanto la elección de la ruta, el transporte, los días que vamos a estar, y el alojamiento, estas personas planean cosas, incluso dónde van a comer, qué van a ver y cuánto tiempo van a estar viajando, así como cómo van a distribuir su tiempo durante el viaje.
Y es que esto, es lo que llamamos libertad: la plena libertad cuando viajamos. Viajar por nuestra propia cuenta. Normalmente son los jóvenes las personas a las que les gusta viajar de este modo, en un estilo libre y sin restricciones, salvo las normales del presupuesto.
Por otra parte, viajar de forma libre puede ser una aventura pero por otro lado tiene muchas ventajas, algunas de ellas que os vamos a comentar.
Seguramente un viaje por tu cuenta sale más barato que con una agencia de viajes. Esto suele suponer una gran ventaja para toda la gente que viaja de esta manera. En especial, la gente joven que suele tener un presupuesto más reducido por la etapa de vida en la que se encuentra, suele encontrar en esto el principal aliciente para viajar por su cuenta.
Hablamos, de que evitamos las comisiones de las agencias de viajes y de que incluso nosotros mismos elegimos con qué compañía aérea volamos, en su caso, e incluso a qué hoteles ir, sin ceñirnos al restringido catálogo que tenga una agencia de viajes.
2. La libertad de elección
Viajar por tu cuenta implica sobre todo elección, libertad, y el riesgo por supuesto, el cual siempre acompaña a la libertad de elegir. Tú mismo eliges en qué condiciones quieres viajar, y tú mismo eliges cuántos días quieres estar y a que condiciones quieres aferrarte para que tu viaje según tus propios objetivos, sea exitoso y un placer.
Eliges el hotel, eliges restaurantes, las visitas y sobre todo, las fechas de estancia, por lo que puedes permitirte viajar en épocas en las que otros no viajan, y aunque las agencias de viajes también ofrecen, por supuesto, viajes en épocas fuera de temporada, sin duda tu propio interés te hará moverte mejor que el interés que tenga un agente de viajes por ti. ¿Habéis oído alguna vez "nadie puede conducir por ti"? Pues nadie puede saber mejor que tú, adónde quieres viajar.
3. No tienes que pagar con antelación algo de lo que todavía no dispones
Si vas a una tienda, pagas cuando compras, es decir, cuando te llevas el objeto digno de tu posesión. Pero ¿por qué tenemos que pagar antes de empezar un viaje, si ni siquiera sabemos ni cómo es el hotel? ¿Ni dónde está, ni nada: es decir, cuando ni siquiera lo hemos visto y hasta ahora no es más que ficción para nosotros?
Cuando tú compras tu propio billete de avión, lo pagas cuando ya es tuyo. Y cuándo vas a un hotel, lo pagas cuando estás allí. Por supuesto, cuando compras el billete tampoco lo ves, pero nos tememos que no es comparable, ya que un avión tiene que tener previsión por la propia seguridad del viaje.
4. Visitar los sitios que de verdad quieres ver
En un tour te llevan por los principales monumentos, pero ¿quién sabe lo que quieres tú? Porque a lo mejor a ti no te interesa tanto ver la Fontana de Trevi en Roma, ni ver el Reichstag en Berlín.
Tal vez tú quieras ir a la cafetería donde algún escritor famoso escribía sus ensayos, a la "luz" de un café, o bien sencillamente quieres pasear por dónde ibas con tus amigos de tu juventud más temprana durante tu estancia Erasmus. De nuevo, hablamos de libertad.
5. Puedes cambiar tus planes en cualquier momento
Si te gusta un lugar, puedes intentar incluso extender la estancia, o irte antes si tienes dinero para comprar el billete de avión. No tienes que esperar a que una agencia de viajes te dé el visto bueno, sino que tú eres tu propio visto bueno, tu propia agencia de viajes. En una era en la que es más normal que seas tú el dueño de tu propia vida, esto de nuevo suma autonomía a nuestros pasos y movimientos viajeros en el extranjero.
6. Empápate de cultura a tu gusto
Sin duda viajar por tu cuenta te da oportunidades que viajar en grupo no da. Conocer la gente del país, la cultura y el ambiente que se respira, por ejemplo y como hemos dicho, en Berlín o en Roma, es más fácil si viajas por tu cuenta y te mueves a tu gusto por las callejuelas culturales de la ciudad que para ti es tan atractiva y distinta. Es más fácil conocer gente así, entablar conversaciones si tú eres el dueño de tu propio tiempo. No tienes prisa por ver todo, como un catálogo en el que te enseñan casi por obligación.
Tú eliges, ¿que quieres estar 3 horas en una librería? Adelante, el tiempo es tuyo. Por supuesto, también entra el factor riesgo, pero eso lo vamos a tener de todos modos, y mejor arriesgar con tus propias decisiones que vivir los riesgos de otros.
7. Aprender a moverte sólo en el extranjero
Normalmente cuando viajas por tu ciudad sabes qué autobús te lleva a qué sitio, sabes lo que está prohibido y lo que no. La vida te enseña, incluso si aparentemente en tu propia ciudad ya lo conocías todo. Pero cada país tiene sus propias especificidades, viajar al extranjero te puede despertar un poco más de cara a buscarte la vida, como se dice coloquialmente. Por eso viajar entre otras cosas es una escuela de vida. Porque nos da experiencias inolvidables. Y esto enlaza con lo siguiente.
8. Tener una experiencia inolvidable
Es verdad, las experiencias no se pueden comprar ni vender, tan solo se pueden sentir, vivir, e intentar capturar y aprehender con nuestro alma, para llevarlas con nosotros allá donde vayamos. Pues de eso se trata viajar. No se puede comprar el amor, no se pueden comprar sentimientos, pero sí podemos fomentar las cosas que nos hacen experimentarlos.
¿Es viajar una pérdida de tiempo? Tal vez sí, pero para algunos simplemente es lo que hace que valga la pena vivir: sus emociones, sus sentimientos y todas las cosas que aunque no se ven son las que hacen que la vida merezca la pena.