Creado por J. M. Stark, The Pac-Man nos pondrá una vez en la piel del famoso comecocos. harto de llevar una vida falta de sustancia y dedicándose tan solo a tragar pastillones y evitar fantasmas de colores, el bueno de Pac se da cuenta un día que se acabaron las pildoritas y que quizás sea necesario emigrar hacia tierras más prometedoras (¿hay aquí cierta analogía con la situación actual?). Nuestro amarillo amigo prepara rápidamente un hatillo con lo imprescindible (no preguntéis y emprende el camino hacia la prosperidad, pero como siempre ocurre, alguien trata de evitarlo y en su camino le pone obstáculos y enemigos. ¿Quién es ese maligno ser que no nos deja llegar hasta la tierra prometida? ¿Por qué nos joroba de esta manera? ¿Qué son esos bichos ululantes que pueblan los escenarios laberínticos del juego?
Los primeros niveles son bastante sencillos
En realidad The Pac-Man no es muy diferente al concepto original del juego de Namco. Se trata de recorrer los escenarios comiéndonos las píldoras sueltas y esquivando los fantasmas. Hay un contador de tiempo variable y de momento parece que no existen esas pastillas especiales que provocaban que nuestro personaje fuera invulnerable, pero a cambio nos encontramos con una IA bastante más ligera de cascos, y unos fantasmas que no nos agobiarán tanto como en entregas anteriores. Nos esperan nada menos que unos 70 niveles por delante, así que esto no será cuestión de una sola tarde y por eso el juego permite guardar la posición en la que nos encontremos en todo momento.
La pantalla del mapa
Técnicamente el juego de Stark está bastante bien. Los gráficos pixelados son notables y variados a lo largo de los 10 mundos de los que consta el juego. La intro del principio nos sitúa la acción y es divertida aunque el texto (en inglés) chirría un poco. Más divertidos son los mensajes que vamos leyendo en la pantalla del mapa acerca de nuestro siguiente paso. Todo se mueve correctamente, los mandos responden a la perfección (es compatible con el teclado y el mando de Xbox 360), y se nota que está realizado mediante Game Maker. Con tan solo las teclas de dirección ya manejamos el personaje, así que la simplicidad está asegurada. El sonido y la banda sonora también complementan al juego perfectamente. Lo único que echamos en falta es un posible modo multijugador que de alguna forma se hubiera podido introducir en este fantástico mundo brillante y repleto de detalles. Hubiera sido un puntazo, y nunca mejor dicho...
El tiempo apremia, y en niveles grandes como este nos pondrá al límite
En conclusión, The Pac-Man es una interpretación libre del clásico de los videojuegos muy competente y divertida. Las pequeñas sorpresas que se dan en su desarrollo más adelante en el juego le proporcionan cierta variedad, y los gráficos son coloridos y muy agradables. Es una lástima que el título de Stark no sea más conocido, creemos que se trata de un título que merece algo más de atención.
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