Interesante programa el de ayer. Ya se han marcado las diferencias entre Vicky, Emil e, incluso, Mateo y el resto. La suerte está echada. Entre estos tres estará la final y el ganador. Podríamos saltarnos ya los programas intermedios para ver esa gran final. Es increíble como tantas semanas de clase se notan, y mucho, en el saber hacer de los concursantes.
He de reconocer que me ha dado pena que Milagrosa quedara eliminada. Cocina mejor que otros que siguen en la competición, pero las cosas son así, cuando la fastidias con un plato, no hay vuelta atrás.
Me ha gustado ver que Vicky también piensa en ganar el concurso, y que no sólo Emil es el estratega. Ella se ve con posibilidades y va a jugar sus cartas. Bien por ella. El año pasado ganó un chico de personalidad humilde y gran talento, pero no siempre tiene que ser así. Hay que buscar al aspirante que más crezca como cocinero y que demuestre el cambio de cocinar en casa a trabajar de ello. Emil y Vicky están a años luz del resto. Emil es listo, sabe mucho, lo hace todo con tranquilidad y con cabeza, pero es demasiado orgulloso para cambiar, y Vicky no es así. Ella ha comenzado desde una posición más retrasada y le está ganando la carrera de fondo. Espero no equivocarme, pero sigo apostando por Vicky; eso sí, me hubiera encantado probar los dos platos de la prueba de eliminación de Emil… y supongo que al resto de los espectadores también. No quiero terminar sin comentar algo sobre los repescados… no me gusta Lorena, pero fue la que mejor lo hizo en la prueba. Bueno, mejor, así sabemos con seguridad la persona que será eliminada la semana que viene. Marina lo hizo mal, pero me hubiera gustado mucho que entrara. Ella da más juego; hace interesante la competición. Y parafraseando a Eva: “pónganle sabor a la vida”