Esa españa borbonizada

Por Benito Sacaluga

Parece lógico que la nobleza y las tropas de cortesanos que rodean a las monarquías sean defensores de esta forma de estado, y es de agradecer que se conformen con una monarquía parlamentaria cuando a ellos lo que les iría bien es que fuera absolutista, por no decir feudal. Lo que es muy difícil de comprender es que los que conforman el pueblo llano prefieran ser súbditos en lugar de ciudadanos. Ya saben ¡Vivan las caenas!

El que fuera rey de España por expreso deseo de un dictador genocida, ha decidido darse una vuelta por aquí después de casi dos años escondiéndose de sus vergüenzas en un refugio dorado, en uno de esos países donde los derechos humanos están prohibidos. Parece ser que viene a España a hacer como que participa en una regata formando parte de la tripulación del velero "Bribón", para después pasar unas horas en Madrid con su real familia, con lo que queda de ella.

Ante esta falta de vergüenza del borbón la derecha política aplaude. El PSOE, siguiendo su tradición accidentalista, se pone de perfil. Los partidos de la izquierda piden unas explicaciones que nadie les dará. Hasta aquí todo normal; lo que ya no debería parecernos normal es que el borbón sea vitoreado masivamente por los habitantes de Sanxenxo entre gritos de !Viva el rey¡, tampoco que las televisiones y demás medios de comunicación dediquen la mayoría de su tiempo y de su papel a esta impúdica exhibición de blanqueo.

Juan Carlos de Borbón ya no es rey de nada ni de nadie, pero sigue siendo borbón y por tanto sus caprichos son ley sin que nada ni nadie ponga coto a sus desmanes, y así lleva desde el 29 de marzo de 1956, día en el que acabó con la vida de su hermano Alfonso pegándole un tiro en la cabeza.

Poco importa que haya cometido varios delitos, puestos de manifiesto en el Informe de la Fiscalia del Tribunal Supremo, nada importa, es más, lo que nos dicen es que tenemos que estarle agradecidos por su labor en pro de la democracia. Una democracia que era imposible de retrasar y por la que se pagó un alto precio, parte de ese precio fue consagrar a JC como rey, sin que los españoles fueran consultados y con un estrepitoso ruido de sables como música de fondo. La monarquía quedó reinstaurada en España 91 años después de que el abuelo de JC se largase al extranjero. Unos meses más tarde, en noviembre de 1931, las Cortes españolas a través de la Comisión de Responsabilidades sentenciaron que:

Las Cortes Constituyentes declaran culpable de alta traición, como fórmula jurídica que resume todos los delitos del acta acusatoria, al que fue rey de España, quien, ejercitando los poderes de su magistratura contra la Constitución del Estado, ha cometido la más criminal violación del orden jurídico del país, y, en su consecuencia, el Tribunal soberano de la nación declara solemnemente fuera de la ley a don Alfonso de Borbón y Habsburgo-Lorena. Privado de la paz jurídica, cualquier ciudadano español podrá aprehender su persona si penetrase en territorio nacional.

Don Alfonso de Borbón será degradado de todas sus dignidades, derechos y títulos, que no podrá ostentar ni dentro ni fuera de España, de los cuales el pueblo español, por boca de sus representantes elegidos para votar las nuevas normas del Estado español, le declara decaído, sin que se pueda reivindicarlos jamás ni para él ni para sus sucesores.

De todos los bienes, derechos y acciones de su propiedad que se encuentren en territorio nacional se incautará, en su beneficio, el Estado, que dispondrá del uso conveniente que deba darles.

Sentencia que fue anulada por el dictador Franco el 15 de diciembre de 1938.

Años después, ya con JC como rey de España, se ponía de moda manifestar que parte del pueblo español no era monárquico, que era "juancarlista" y lo hacían sin saber que JC hacía y deshacía sin recato alguno todo lo necesario para amasar una fortuna desorbitante, la inviolabilidad le protegía y así siguió (y sigue) hasta incluso después de ser obligado a renunciar a la corona y cedérsela a su hijo. 

Lo de JC es una vergüenza para España a nivel internacional, pero no lo es en absoluto para esa cohorte de incondicionales de la que disfruta el borbón, el tiempo y su ignorancia les ha borbonizado hasta el extremo de no querer ver la realidad. Una realidad que, al menos, debería sonrojar a cualquier ciudadano decente, pero claro, los que vitorean al borbón están muy lejos de ser ciudadanos, se han quedado, voluntariamente, en súbditos. 

Dicen que JC, con sus comportamientos, está poniendo en peligro a la monarquía, pues bien, si el actual rey quiere salvaguardarla, o al menos mantenerla viva unos años más, lo tiene muy fácil. Solo tiene que reunirse con el Gobierno y pedir que JC sea desterrado por sus fechorías, y al mismo tiempo solicitar que se lleven a cabo las acciones necesarias para eliminar la inviolabilidad que ampara los actos personales del titular de la corona, algo que se puede hacer sin necesidad de tocar la Constitución. No lo hará.

Salud y República.