Sinopsis:Opinión personal
“No hay nada más estimulante que un buen beso. Salvo, tal vez, un buen escándalo”.
Era la cuarta temporada para lady Annabelle Weymouth y seguía sin encontrar marido, pero lo cierto era que no había conseguido quitarse de la cabeza a Robert Wilts, conde de Dain y, esa vez, la temporada iba a ser radicalmente diferente, porque el conde buscaba esposa. Las presiones lo habían obligado a contraer matrimonio de inmediato y, si bien preferiría que fuera una mujer de su agrado, diferente, tampoco estaba dispuesto a alargar innecesariamente la situación, por aburridas que fueran las jóvenes casaderas. Aunque, por lo que estaba a punto de comprobar en sus propias carnes, tal vez alguien tomara la decisión por él.
Annabelle sabía que Dain nunca se casaría con ella de conocer su horrible secreto, pero ya no tenía nada que perder, por lo que decidió arriesgarse a provocar un escándalo. ¿Saldría indemne? ¿Sería el conde de Dain tan distinto de los demás hombres como ella creía?
A veces las novelas de las que esperas poco son las que te brindan esas gratas sorpresas. No he podido conseguir información sobre la autora y daré por supuesto que esta es su primera publicación, detalle que, como siempre digo, hay que tener en cuenta.
En «Escándalo» aparecen muchas de las situaciones tópicas de las novelas de esta época pero, no hay que olvidar, que han llegado a convertirse en tópicos porque siguen funcionando.Porque en este género poco resulta ya novedoso y cada lectora tiene sus preferidos. Yo admito que este tipo de protagonistas femeninas me gustan mucho y, pese a que resultan en algunos momentos poco realistas, a mí me divierten siempre que la autora deje claro que «no» era lo habitual.
Encontramos como protagonista femenina a Annabelle Weymouth. Una joven, no tan joven que se podría considerar perfectamente una mujer florero. Es su cuarta temporada y no me ha quedado muy claro el porqué después de una presentación en sociedad tan exitosa quedó relegada en el olvido − admito que hay ciertos detalles que la autora deja demasiado a la imaginación de la lectora −. Ahora pasa desapercibida ante los hombres casaderos y ya aceptado, aparentemente, su condición de solterona. Es una mujer irónica, independiente y con un físico que la aleja de los cánones sociales. Es curioso que, a medida que Dain la va conociendo mejor, cada vez se van acentuando esas cualidades y cada vez aparece más bella. Lo más destacable de su personalidad es un fresco descaro. No ha dejado de sorprenderme a lo largo de toda la historia, en algunos momentos, rozando la incredulidad. Pero cuando las cosas se cuentan con gracia, parece que parecen más verosímiles y cuando te resultan divertidas, pues al final terminas perdonándolas. Esto es algo muy personal.
Dain es el colmo de las virtudes, es guapo y rico y, ambas cosas, le sitúan en el centro de toda madre casamentera. En el fondo es un hombre normal, que gusta de cumplir con sus obligaciones y responsabilidades y, ahora, le ha tocado el turno al tema de la búsqueda de un heredero.Como todo lo afronta con mucha frialdad. Es una mera cuestión a solucionar y para ello, intentará que dicha misión no le aleje excesivamente de sus responsabilidades. Es un protagonista atípico en cuanto es un noble que adora su trabajo, no le gusta relegar y es él el que lleva la voz cantante de sus responsabilidades de sus tierras. Ambos forman una pareja bastante reiterada. Y, como algo también muy recurrente, tanta frialdad, seriedad y honorabilidad, se verá conquistada por ese vendaval de aire fresco, más bien tormentoso, que viene a desorganizarle por completo su planificada vida.
En la trama encontraremos prácticamente casi de todo. No me ha quedado muy claro si la autora iba dando giros a medida que los capítulos iban transcurriendo o todo procede de un guión original que acaba cerrando de modo convincente. Eso sí, preparaos para grandes giros y sorpresas. Por eso, no podrán faltar: una madre fría y distante; un hermano desapegado, por decirlo de forma suave; la mejor amiga, inteligente y de la que recibe buenos consejos − que se merece su propia historia con alguien que también aparece en la novela −; el mejor amigo del protagonista y un par de personajes crueles.
Para mí lo mejor de todo han sido las conversaciones entre Annabelle y Lydia. Me han parecido unos diálogos chispeantes de esos cargados de mordacidad y crítica social que tanto me gustan y con los que disfruto como una niña pequeña. Como no podría ser de otro forma, hay ciertas cosas que no han terminado de convencerme, por ejemplo, ese enamoramiento tan firme que siente Annabelle por un hombre al que apenas conoce, o ese cambio en la apreciación del físico en la protagonista. Pero, en su conjunto, me lo he pasado bien leyendo esta historia, y una sonrisa me ha acompañado gran tiempo de la lectura. Así que intentaré seguirle la pista a esta nueva autora.
«Escándalo» es de esas novelas que he disfrutado leyendo, aunque es muy posible que, con mi memoria de pez, pronto caiga en el olvido ya que no cuenta con un argumento nada original. Es posible que no sea una novela realmente destacable, pero lo importante es el buen rato que me ha hecho pasar y si estáis buscando una lectura entretenida con ciertos momentos divertidos para pasar unas horas de agradable lectura, os la recomiendo, cumple perfectamente. Me he divertido, sobre todo al principio, y proporciona alguna que otra sonrisa garantizada.
Datos de interés: Ficha del libro: - Autora:
Pepa