Escapada de fin de semana

Por Bocanegra @raul_bocanegra

Invito a los escépticos que pasen un rato por Sol. A todos aquellos que llevan una semana criticando desde la distancia el movimiento ciudadano, apolítico y espontáneo. Y que den una vuelta entre la gente (y sus ilusiones) que se acumula en la plaza. Creo que no saldrán decepcionados. Podrán charlar con un jubilado, con un estudiante universitario, un funcionario o un parado de larga duración. Podrán comerse una manzana mientras aportan cualquier idea que se les ocurra. Hasta votar libremente en asamblea la propuesta de cualquier otra persona. Podrán sentir lo que es expresarse entre gente de cualquier edad e ideología sin que nadie te increpe, te mire mal o te falte al respeto. Podrán ejercer su derecho a soñar. Qué bella sensación es ejercer la democracia.

Y a estas alturas ya da igual. No importa lo que vociferen los medios de la derecha más reaccionaria de este país. No nos importa que relacionen el movimiento con ETA, Alqaeda o la madre que los parió. No importa que la Junta Electoral Central, intentando ‘defender’ la jornada de reflexión, ataque los derechos fundamentales de la ciudadanía libre. Y no importa que el sábado haya más policía que ciudadanos clamando por un mundo más justo. La historia ha demostrado que ninguna prohibición parará ni silenciará a la voz del pueblo. Pero qué bonito que suena esa voz al unísono.

¡¡¡Peligro!!!

También necesitaría que me explicaran por qué el domingo decenas de políticos (que no me representan) irán en listas cerradas con variados cargos como malversación, corrupción, cohecho, financiación ilegal y otras lindezas y que yo no puedo ejercer mi derecho a manifestarme libremente. No pido el voto para nadie. Pido que se vote y que haya un cambio real. Esto cansa. Así que si no me dejan me da igual. Yo iré. Otros miles irán. Y nos tendrán que escuchar.

Así que pasen y vean. Y cuando pasen díganme que no creen en este movimiento. Que no creen en las palabras, en las propuestas, en los aplausos o en el respeto. Díganme que prefieren un país que subvenciona a la banca con fondos públicos. Un país donde los corruptos campan a sus anchas. Un país en el que la clase política se ríe de la ciudadanía mientras come con banqueros y empresarios a costa del dinero de tod@s. Díganme que no creen en un mundo mejor y que nada de lo que está pasando es posible.