Escapada de fin de semana

Por Mteresatrilla

Por el título, podría parecer que acabo de regresar de un viaje por Centroamérica pero no ha hecho falta cruzar el charco para ver volcanes. Unos cuarenta son los que se cuentan en el Parque Natural de la Garrotxa, una de las más bonitas comarcas de Cataluña. Hace más de diez mil años que esos volcanes dejaron de escupir fuego, lava y cenizas y se han ido recubriendo de una frondosa vegetación que intenta esconder su auténtico origen. Sin embargo, vistos desde el aire se puede distinguir algún perfecto cono volcánico que evidencia claramente su pasado.

Aquellos que me conocen, supongo que lo tienen relativamente fácil a la hora de sorprenderme con un regalo porque saben bien lo que me hace feliz. El pasado mes de abril recibí un regalo de aniversario muy especial que este fin de semana se ha podido materializar: un apasionante vuelo en globo por la comarca de la Garrotxa. No era la primera vez que montábamos en globo aerostático, lo hicimos en 1992 en la Reserva Masai Mara, en Kenia y la experiencia nos ha entusiasmado tanto en esta ocasión como entonces. Casualmente, en el mismo año 92 fue cuando nació la empresa catalana que ofrece la posibilidad de admirar esos magníficos paisajes desde la paz que transmite un vuelo en globo. El día comienza temprano y después de pasar una plácida noche soñando con la última Champions league conseguida por el Barça, a las 7 de la mañana tenemos la cita. Puntuales, empiezan a llegar los vehículos que transportan las cestas y las lonas de los globos, seis en total.

Cuando los potentes ventiladores empiezan a hinchar los globos el proceso va muy rápido y a medida que el gas propano calienta el aire, la inmensa bolsa va ascendiendo a la vez que cogiendo forma. Casi sin darnos cuenta, nos encontramos en el cielo dentro de una cesta de mimbre suspendida de una gigantesca bolsa de aire, compartiendo el pequeño espacio con otras tres parejas y el piloto. 

Sobre los volcanes

Olot desde el globo

Volcán de Santa Margarida


La sensación de tranquilidad es total y parece que nadie se atreve a romper el silencio, sólo el ruido esporádico de los quemadores que impiden que se enfríe demasiado el aire. El piloto nos explica el simple funcionamiento del artilugio mientras abrimos unas botellas de cava. El día es espléndido y aunque no percibamos una pizca de aire, las corrientes están ahí y son las que mandan la dirección a seguir.

A finales del siglo XVIII los hermanos Montgolfielr crearon el primer globo aerostático, cuya idea parece ser que nació de la casualidad mientras Joseph, el mayor de los hermanos, contemplaba como ascendía el humo de la chimenea. Pidió un pedazo de seda a la sirvienta y con él construyó una especie de bolsa abierta por abajo que aguantó sobre el fuego hasta que se llenó de humo y aire caliente. Al soltarla, comprobó como se elevaba hacia el techo y ese simple experimento fue evolucionando hasta tal como los conocemos hoy en día. Detrás de esta sencilla idea se esconde una tecnología evolucionada que ha permitido conseguir velas de elevada resistencia y durabilidad. En la ciudad de Igualada se encuentra Ultramagic, el único fabricante de España y el segundo a nivel mundial cuya producción se reparte por todo el Planeta.

Parque Natural de la Garrotxa

Volcán Croscat

Vamos ascendiendo hasta un máximo de 1600 metros teniendo en cuenta que el tope impuesto por el aeropuerto de Girona es de 2000 metros. Volamos sobre los volcanes, el de Santa Margarida con su perfecto cráter y el Croscat, sobre los pequeños pueblos de Santa Pau y Besalú observando un poco más alejada la capital de comarca, Olot, también rodeada de volcanes. Desde las alturas, el lago de Banyoles se ve como una pequeña charca y a lo lejos, el golfo de Roses. 

Volcanes de Santa Margarida y Croscat

Santa Pau

Puente medieval de Besalú

Un elevado porcentaje de paisaje es boscoso y se va alternando con campos de cereal, la mayoría aun por cosechar. De esta fértil tierra volcánica se obtienen unos productos de primera calidad, materia prima de la reconocida y apreciada cocina volcánica de la Garrotxa. Después de noventa minutos de tocar el cielo, en todos los sentidos, el aterrizaje se puede convertir en una pequeña aventura.

Lógicamente, el piloto intenta evitar caer sobre bosque o sobre un campo cultivado, pero las corrientes de aire tienen la última palabra.

Besalú

Besalú

Lago de Banyoles

Cada piloto se comunica con el correspondiente personal de tierra que se acerca a recogernos. Después de colaborar en la tarea de recogida de la vela una vez deshinchado el globo, nos quedan unos 35 minutos de trayecto en coche hasta el lugar de origen. Acabamos con un buen desayuno basado en productos de la región, embutidos, fesols (judías) de Santa Pau, butifarra y donde no puede faltar la ratafía, el delicioso licor de nueces que se elabora por aquí.





Aterriza como puedas

Pero eso no es todo, ya que el regalo del vuelo en globo iba acompañado de una noche de alojamiento en el pueblo de Santa Pau y una cena en un restaurante situado enfrente del volcán Croscat donde el completo menú degustación nos dio la oportunidad de probar varios de los platos de la comentada cocina volcánica. Entre gol y gol del Barça nos iban llegando una serie de delicatessen que hicieron que mereciese la pena perdernos el partido aunque, es cierto que desde la cocina nos mantenían informados de la situación.

Restaurante Masnou

Vistas del Croscat desde el restaurante Masnou

Aprovechamos el fin de semana para visitar Olot, caminar por las calles medievales de Santa Pau y pasear bajo la sombra de la Fageda d’en Jordà. Olot es conocida como la ciudad de los volcanes y se encuentra dentro del área protegida del Parque Nacional.

Olot, capital de la Garrotxa



En su área urbana hay cuatro volcanes que presentan la apariencia de simples colinas. Entre ellos destaca el Montsacopa, un auténtico mirador en el centro de la ciudad. El camino hasta la parte más alta es corto aunque de pronunciada pendiente. La ermita de Sant Francesc y dos torres de defensa del siglo XIX se levantan cerca de su perfecto cráter.

Volcán Montsacopa, Olot

Vista de Olot desde el Montsacopa

Cráter del Montsacopa

Bajando del Montsacopa

Como enamorada del Modernismo, recomiendo seguir el itinerario que descubre los diferentes edificios y esculturas más significativos. Destacan la Casa Solà Morales de Lluís Domènech i Montaner, la Casa Gassiot y la Casa Gaietà Vila, tres magníficos ejemplos que muestran todos los elementos característicos de esta corriente artística: decoraciones animales y florales en hierro forjado, cerámicas vidriadas, arcos, medallones… y todo un mundo de fantasía creado por los imaginativos arquitectos de principios del siglo XX. 

Casa Gassiot

Casa Gaietà Vilà

Casa Gaietà Vilà

Casa Solà Morales

Casa Solà Morales

Casa Solà Morales

Santa Pau es un espléndido conjunto histórico-artístico del siglo XII. El centro neurálgico del pueblo lo encontramos en la plaça Major, conocida antiguamente como el 'Firal dels Bous', una preciosa plaza porticada punto de encuentro en días de feria y mercado. El castillo de la Baronia que ya se encuentra documentado desde el siglo XIII, preside el núcleo histórico y en la misma plaza también encontramos la iglesia gótica.

Santa Pau

Santa Pau

Plaça Major. Santa Pau

Plaça Major. Santa Pau

Nos alojamos en el hostal Can Menció situado en la misma plaza, que también es el bar y la panadería. Por el mismo precio, nos ofrecían la posibilidad de alojarnos en un establecimiento más nuevo, pero rápidamente rechazamos la propuesta. Para mí, el auténtico lujo consiste en algo más que unas instalaciones y dormir en la plaza medieval de Santa Pau, lo considero un gran lujo, independientemente del número de estrellas.

Hostal Can Menció. Santa Pau

Santa Pau

Iglesia y Castillo. Santa Pau

A Santa Pau pertenecen los volcanes de Santa Margarida y el Croscat, quizás los más representativos, o al menos, los más conocidos de la Garrotxa. La colada de lava del Croscat formó el subsuelo donde actualmente encontramos la fageda d’en Jordà, un bosque de hayas único por diferentes motivos, especialmente por su relieve accidentado y las características formaciones de basalto (tossols) formadas al reaccionar la lava caliente con el agua de los humedales pero también por su microclima que le permite crecer en un terreno de baja altitud. El gran Joan Maragall le dedicó un precioso poema cuyos versos me vi obligada a memorizar en mis años de escuela sin llegar a profundizar demasiado en sus palabras. Un sencillo monolito de piedra dedicado al poeta, se encuentra a la entrada de uno de los itinerarios.

Monolito dedicado a Joan Maragall. Fageda d'en Jordà

Fageda d'en Jordà

Fageda d'en Jordà

La Fageda d’en Jordà
Saps on és la fageda d'en Jordà?
Si vas pels vols d'Olot, amunt del pla,trobaràs un indret verd i profondcom mai cap més n'hagis trobat al món:un verd com d'aigua endins, profond i clar;el verd de la fageda d'en Jordà.El caminant, quan entra en aquest lloc,comença a caminar-hi a poc a poc;compta els seus passos en la gran quietud:s'atura, i no sent res, i està perdut.Li agafa un dolç oblit de tot lo mónen el silenci d'aquell lloc profond,i no pensa en sortir, o hi pensa en va:és pres de la fageda d'en Jordà,presoner del silenci i la verdor.Oh companyia! Oh deslliurant presó!
Joan Maragall (1860-1911)