Escapada navideña a Budapest

Por Maletapreparada2014 @maletapreparada
El año pasado, durante el puente de la Constitución, me puse en plan Escarlata O'Hara y le dije a los otros miembros de La Maleta Preparada: "A Dios pongo por testigo que no volveremos a pasar otro diciembre sin viajar". Bueno, vale: no se veía mi silueta recortada sobre Tara, ni yo me puse tan melodramática; más bien creo que estábamos en el salón de casa y, mientras yo doblaba ropa y mi marido cocinaba, dije algo así como "El año que viene, sí o sí, intentaremos viajar en diciembre" Y lo hicimos.
Aprovechando el puente de la constitución, y tras "sólo" 9 horas y pico de viaje (es el otro precio de la insularidad, que la mayoría de las veces tienes que hacer escala en la península), nos plantamos en la capital húngara.
Al llegar a Budapest, nos esperaba Joe, a quién habíamos localizado a través del foro de Los Viajeros. Podíamos haber hecho uso del transporte público pero dada la ubicación de nuestro hotel, teníamos que haber hecho 2 transbordos y caminar 10 minutos. Eso, unido a que llegábamos  ya de noche y con el fríííííío....no nos compensaba
El hotel que elegimos fue el Bo33 Family & Suites. Si bien no está en el mismo centro, está a 10 minutos caminando de Andrassy. Lo localizamos a través de Booking, que ya nos daba un buen precio pero se me ocurrió enviarles un mail preguntando tarifa y nos sorprendieron ofreciéndonos una habitación triple con desayuno por 350€ las 5 noches. No sólo eso, sino que al hacer el check-in, nos dieron 3 Budapest Cards, con descuentos en un montón de sitios. 
El hotel es muy recomendable, con habitaciones amplias y un servicio muy atento. El desayuno muy completo (mi hija dio buena cuenta de la fuente de chocolate....cada día). El ambiente y la decoración hicieron que nuestra experiencia navideña en Budapest fuera completa.
Nuestra escapada consistió en 4 días completos en Budapest. No me voy a detener en cada uno de los sitios que hay que ver, puesto que eso lo podemos encontrar en cualquier guía y diario blogs maravillosos que hay en la red. Vimos todo "lo básico"  que hay que ver: la Basílica de San Esteban, la Sinagoga, el puente de las cadenas, el de la libertad, el Parlamento, cruzamos a Buda, subimos en el funicular y pasamos la mañana recorriendo la colinas, los alrededores del Castillo, el bastión de los pescadores, etc...
Estas son mis recomendaciones o comentarios de algunas de las visitas que hicimos:
- El Parlamento hay que verlo por dentro, por fuera, desde Buda, de día y de noche. Y tú dirás: bueno, no será para tanto...Bueno, igual no, pero es un edificio impresionante y merece la pena verlo desde todas las perspectivas. Por la noche, para verlo iluminado, en lugar de subir a la colina de Buda, decidimos cruzar el Danubio por el puente de Margeritte. Por cierto, ¿soy la única a la que le recuerda al sevillano Puente de Triana?
- Subir a la colina de Buda en el funicular es como hacerlo a Montmarte: parece más una tradición que una necesidad. Se puede subir andando con facilidad. Al menos, eso dice el trail runner de La Maleta Preparada, que, como la cabra siempre tira al monte, aprovecha cualquier oportunidad para "entrenar". La parte femenina de LMP (tanto la "adulta"como la infantil), lo hicimos en el funicular, como mandan los cánones.

- Si vas en invierno y quieres ir a un balneario, yo elegiría Schezny. Tiene 3 piscinas exteriores con temperaturas entre 30º y 38º....la sensación, cuando fuera del agua estás a 4º, es increíble. En el interior, un montón de piscinas más a distintas temperaturas. Al balneario Gellert (el de los cuerpos Danone, ¿recuerdas el anuncio?) fuimos sólo para verlo. Tiene una arquitectura muy bonita pero no tiene tantas piscinas.
- Comer. Hambre no pasarás, sino más bien al contrario. Platos siempre muy bien servidos y en ocasiones contundentes que te proporcionan reservas calóricas para soportar el frío (como si a mi me hicieran falta reservas). Prácticamente en todas partes tienen menú en inglés; en español, no sé aunque tampoco lo pedimos.
- Los mercadillos navideños. Antes de empezar a hablar de esto, quiero ponerte un poco en situación. Como canarios, salimos de casa en diciembre con una temperatura de 21 grados y calima. Con esto no pretendo ponerle los dientes largos a nadie, sino intento que comprendas que cualquier ambiente navideño con esas temperaturas es algo irreal. Y dirás: Vale, pero en el hemisferio sur pasan las navidades durante el verano. Pero es que yo soy así de rara: me gustan las fiestas navideñas y, si son con frío, más. Por eso, los 17-18 grados de diferencia que encontramos al llegar a Budapest hicieron que me pusiera enseguida en sintonía con la Navidad. Llegamos un viernes y durante todo el fin de semana todos solos mercadillos estuvieron en su apogeo. Puedes encontrar varios en el centro, relativamente cerca unos de otros: desde La Basílica de San Esteban, a Vorosmarty, Erzsébet,
calles aledañas, ...Los puestos con productos locales,artesanía, el olor a vino especiado y a ponche, la musiquilla en el ambiente y como no, el frío, hacen que, de repente, pongas el modo navideño ON. Además, en algunos tienen música en directo y en otros, hilo musical: la primera vez que llegamos al mercadillo de San Esteban sonaba "Last Christmas" de Wham. Puedes disfrutar de los mercados todos los días aunque entre semana cierran antes. Para mi, la mejor hora son las 4-5 de la tarde, cuando aún  no hay mucha gente y como ya es de noche, está completamente iluminado. Además, sobre la fachada de San Esteban, hacen una proyección cada hora con decoración y música navideña oso relativa al Cascanueces. Cada tarde, después de nuestra ruta turística, teníamos nuestra propia ruta por los mercadillos, paseando y disfrutando del ambiente. Bajábamos hasta el puente de las cadenas para ver pasar la línea 2 del tranvía, que decoran con luces por Navidad. Si bien cada vez que nos hablan muy bien de un lugar nosotros intentamos ser cautos, hemos de reconocer que Budapest nos encantó. Aunque fueron días fríos y grises, la ciudad tenía una magia especial. ¿Cómo será esta preciosa ciudad durante el verano? Nos la imaginamos bajo el solecito, y nos dan unas ganas de volver algún día....