En esta época del año se está convirtiendo en una tradición que arañemos unos días libres y nos escapemos en busca de naturaleza a un lugar bonito de España donde realizar excursiones y practicar senderismo. Muchas veces damos un pequeño salto y pasamos la frontera, Francia también me tiene enamorada, y esta vez también lo hemos hecho.
Comenzamos nuestra ruta partiendo de Olite, donde ya estuvimos hace unas primaveras visitando el castillo y sus alrededores, también nos volvimos a alojar en el Parador Príncipe de Viana. Si algo nos gusta, acabamos repitiendo. En Olite, un viaje en la historia y en el tiempo ya os conté todos los detalles.
Al día siguiente partimos hacia Roncesvalles que nos recibió con una fina lluvia que le daba un aspecto mágico. Lugar de paso de los peregrinos del Camino de Santiago con los que nos cruzamos en varias ocasiones.
Continuamos hacia Saint-Jean Pied de Port y en el puerto de montaña a la lluvia se le sumó un poco de niebla. Todo desapareció de repente cuando llegamos a este precioso pueblo del País Vasco Francés y fue un placer recorrer sus calles con casas de fachadas preciosas. Se respiraba serenidad y apetecía callejear, detenerse, observar.
Por la tarde ya, nos dirigimos a Ochagavía, preciosa población del Valle de Salazar elegida para establecer nuestra base para las excursiones. El alojamiento elegido fue el Hotel rural Auñamendi con habitaciones amplias y modernas, muy confortables y, en mi opinión, superior a la categoría otorgada.
Tantas ganas teníamos, que aprovechando que las tardes aún son largas de luz solar, hicimos una ruta circular que parte de Ochagavía, bordea el hayedal, llega a la Ermita de Muskilda y vuelve a bajar hacia el pueblo. Poco más de dos horas que fueron suficientes para dejarnos ya fascinados con lo que nos íbamos a encontrar los próximos días.
A la mañana siguiente nos acercamos a la Fábrica de Orbaitzeta y de allí nos adentramos en la Selva de Irati donde realizamos dos rutas, ¡sí, dos!, ya digo que teníamos muchas ganas de otoño y de naturaleza.
Comenzamos por realizar la ruta circular al Embalse de Irabia y después acometimos una pequeña ruta, también circular, la del sendero de Los Paraísos-Erlan. Vacas, setas de todas clases, castaños, hayas, avellanos, abetos, pinos, un verdadero derroche de verdes y marrones para la vista. Disfrutamos de verdad y es que creo que cada vez valoramos más estos paraísos.
Nuestro último día completo en la zona fue el elegido para volver a cruzar la frontera con Francia y hacer otras dos excursiones. La de la Pasarela de Holtzarte, ruta no demasiado larga pero de pronunciada pendiente, y la de las Gargantas de Kakueta.
Las dos nos resultaron maravillosas por el entorno, las vistas y el derroche de agua que aquí sí nos da la naturaleza. Ambas situadas a escasos kilómetros de la frontera, aunque hay que atravesar un puerto bastante sinuoso y pronunciado que hace sufrir un poco a los que padecen de vértigo.
Y llega el momento de regresar. Pocos días pero intensos, ya lo decía al principio. A la vuelta hicimos parada en Tudela para hacer una visita rápida y reponer fuerzas en el Bar José Luis, famoso por sus tapas. Cómo no, también pasamos por el mercado donde aproveché para traerme a casa unas verduras y unos tomates que allí llamaban feos y que no pueden estar más ricos.
Este es el resumen de la escapada, en breve iré publicando posts con los detalles de cada excursión por que ¿quién sabe?, igual os apetece hacer una escapada.
Mientras tanto, os recuerdo otros posts de excursiones otoñales por la zona:
- Ibones de Anayet en el Valle de Tena
- Canfranc, una Historia de Espías, Nazis y Oro
- San Juan de la Peña, un Monasterio en la Roca
- Los Lagos de Ayous - Ruta Circular
- Castillo de Loarre, en el Reino de los Cielos
- Lanuza, su Embalse y Hotel La Casueña
- Del Embalse de La Sarra al Ibón de Respomuso, en el Valle de Tena
- Descubriendo el Pirineo Bearnés, el Valle de Ossau
Bon Voyage!