La Foz de Arbayún, en las estribaciones del Pirineo navarro, ofrece durante los meses de otoño un espectáculo de color y vida difícil de olvidar.
Aunque cualquier época del año resulta altamente recomendable para visitar el espectaculo natural de la Foz de Arbayún en Navarra, este singular paraje resulta realmente mágico durante el otoño. En estos meses sorprende la gran variedad cromática de su vegetación y la riqueza de su fauna, convirtiendo a la Foz de Arbayún en un destino preferente para la época otoñal.
La impresionante Foz de Arbayún, en Navarra.
Foto: Comakut
Realizar rutas a pie o a caballo, descubrir la gastronomía y los vinos de la zona, alojarse en hoteles rurales con mucho encanto o, sencillamente, relajarse en plena naturaleza, son algunos de los incentivos de esta escapada.
Emplazamiento privilegiado
Entre las localidades navarras de Lumbier y Almiradío de Navascués, y nada más coronar el Alto de Iso, se puede contemplar la fascinante Foz de Arbayún, la mayor y más emblemática garganta de Navarra y una de las más bellas de España.
Se extiende a lo largo de seis kilómetros a través de la sierra de Leyre, en el valle del río Salazar, casi lindando con la provincia de Huesca. En esta majestuosa zona, el agua ha dado lugar, tras el paso de los siglos, a un impresionante cañón con paredes de roca caliza que alcanzan los casi 400 metros.
El río Salazar, en la Foz de Arbayún, Navarra. Foto: comakut
Su riqueza natural ha servido para catalogar este paraje como Reserva Natural y Zona de Especial Protección para las Aves. Sus sobrecogedores cortados sirven de refugio para una de las de las principales colonias de buitre leonado de la Península, además de albergar otras especies de aves como el alimoche, búho real, quebrantahuesos, águila real, halcón peregrino o el águila culebrera, entre otras.
Un placer para los sentidos
Desde el Mirador de Iso puede contemplarse la Foz de Arbayún en todo su esplendor: los cortados calizos donde proliferan las cuevas y anidan las aves, las escarpadas repisas donde de forma increíble crecen los árboles y, al fondo, el río Salazar, circundado por impenetrables bosques.Durante el otoño, la gran variedad de su vegetación estalla en una sinfonía cromática con olor a musgo y setas, mientras que el murmullo del agua nos acompaña a lo largo de este bucólico recorrido.
La localidad de Lumbier, en Navarra. Foto: Jrpvaldi
A través de las especies de arbustos endémicos que desafían la verticalidad de las paredes se descubren en el lecho de la Foz los bosques compuestos por quejigos, tilos, nogales, servales, robles, avellanos, arces o madroños, cada uno obsequiándonos con su propio colorido otoñal. Y, entre los bosques, es fácil otear a corzos y jabalíes que retozan protegidos al abrigo de la Reserva.
Otros atractivos de Arbayún
Además de la Foz de Arbayún, la zona cuenta con otros numerosos encantos, como la Foz de Lumbier, situada a tan sólo ochos kilómetros. Para descubrir ambos cañones en toda su espectacularidad y conocer sus ecosistemas, nada mejor que visitar el Centro de Interpretación de las Foces, ubicado en la Plaza Mayor de la localidad de Lumbier. En este mismo centro nos informan sobre la posibilidad de realizar una ruta a caballo o cómo disfrutar de una de las mejores zonas de vuelo en Ala Delta de Europa.Sierra de Leyre, en Navarra. Foto: Accrochoc
La sierra de Leyre, con su monasterio homónimo, también merece una detenida visita, para posteriormente realizar un recorrido por los pueblos del Valle de Salazar. Allí se pueden encontrar buenos alojamientos de turismo rural y descubrir la gastronomía de la zona, formada por excelentes productos de la huerta, caza, setas y sus famosas truchas, todo ello regado con los vinos de Denominación de Origen Navarra y coronado con pacharán.
Para los amantes de las compras, la artesanía en madera, los quesos y vinos o los productos ecológicos son algunas de las sugerencias para poder llevarse a casa un pequeño recuerdo de esta especial escapada otoñal a la Foz de Arbayún.