Desgraciadamente, por asuntos personales, no pude estar en las comunicaciones que se expusieron por la tarde, de todos modos, era imposible oírlas todas, porque había más de cien y tuvieron que hacer coincidir varias al mismo tiempo, en siete mesas diferentes, sí pude estar en la de María Begoña Sánchez-Galán y si todas tuvieron su nivel, estoy seguro que me perdí algo muy importante. No voy con frecuencia a congresos de este tipo, pero me sorprendió que muchos de quienes presentaron comunicaciones no asistieron a las ponencias, ni participaron en los debates posteriores, como si lo importante sólo fuera el hecho de haber presentado su comunicación para incluirlo en sus currículos y supongo que recibir créditos, puntos o como se llamen; también es verdad que algunos ponentes tampoco asistieron a las de sus compañeros.
Afortunadamente se van a publicar todas las ponencias y las comunicaciones en soporte digital y además en papel, en un volumen que aparecerá pronto, lo cual es de agradecer en estos años de penuria. En los congresos siempre hay alguien que asume un difícil papel en la organización, siendo su cara visible y quien además ha de resolver los problemas más extraños y a veces casi increíbles, en este, esa persona fue la profesora Gloria Camarero y lo desempeñó de una forma completamente modélica. Como decía al principio, este es el quinto congreso de historia y cine, pero dado su éxito, estoy seguro que pronto se convocará el siguiente, así que estén atentos.