Escenarios para evitar el olvido

Publicado el 07 septiembre 2013 por Nestor74
"There’s the black sand and great sense of desolation … Nowhere else has Iceland’s vast expanses that sweep to the horizon in that particular colour palette."
Michael John Meehan, supervisor de localizaciones de Oblivion

Durante el mes de junio de 2012, el equipo de rodaje de Oblivion recorrió tierras islandesas para incorporar su desoladora belleza a la caracterización de nuestro planeta en 2077, tras una hecatombe provocada que, sin embargo, está generando un reinicio del sistema natural.
Joseph Kosinski encontró en Islandia la plasmación física de los parajes que tanto ansiaba para escenificar su ansiado proyecto. Y, con la magia de los efectos digitales en post-producción, fue capaz de incluir enclaves iconográficos de la costa este norteamericana en las vastas llanuras de la isla atlántica.
Utilizando las "noches de sol" islandesas en las que la luz se mantiene durante prácticamente las 24 horas del día, el director halló respuesta a su voluntad de llevar la ciencia-ficción a la luz del día y ofrecer una visión de máxima claridad y diafanidad a un género que nos tiene acostumbrados a deambular por la permanente oscuridad.
El primer día de rodaje en estas localizaciones se concentró en el cráter volcánico de Hrossaborg, al noroeste de la isla. Allí se escenificó la emotiva escena en que Jack Harper (Tom Cruise) se hace eco de la última Superbowl. Los efectos visuales añadieron capas al escenario para darle el aspecto de unas gradas semi-derruídas que transmiten al espacio esa sensación de vinculación sentimental pero a la vez de devastación extrema.
Hay una toma particularmente relevante en la película donde vemos a Harper en la cima de una montaña admirando un horizonte sin límites mientras pone agua en un pequeño bote del que brota incipiente el tallo de una planta. El paraje evoca la desolación, con un oceáno en avanzado estado de desecación y unas plataformas que siguen esquilmando más agua en el horizonte. Pero la perspectiva y la profundidad de cámara son extraordinarias y sólo en Islandia podía conseguirse un plano de estas características. Utilizando una grúa que enfoca a Cruise desde el precipicio y le rodea completamente, Kosinski crea una secuencia de gran belleza. El enclave en que todo esto fue posible fue la montaña que se conoce popularmente como "Earl's Peak (Cima del Conde)", situada dentro del glaciar Langjökull, en el área noroeste.
No se puede acceder muy fácilmente al Earl's Peak. Casi todo el equipo tuvo que trasladarse en helicóptero. Una vez allí, se montó el operativo para rodar la escena que fue complementada por los responsables de efectos visuales. En los siguientes vídeos, podemos ver cómo se rodaron ambos momentos y se incluyen los testimonios de los implicados en el film.


Por último, destacar que las cascadas de Dettifoss también aparecen como imágenes de fondo en los trayectos de Harper a bordo de su fantástica aeronave. Un enclave así no puede desperdiciarse.