Hace un tiempo el blog facilitó a sus lectores la oportunidad de dar a conocer sus secuencias favoritas. Esas que de un modo u otro provocan su admiración. En la sección TU SECUENCIA, pudimos comprobar los diferentes gustos en cuanto a cine se refiere. Escenas emotivas, divertidas, admirables .. Secuencias que forman parte de su memoria cinéfila. Pues bien, ha llegado el momento de inaugurar un nuevo apartado mensual con el único ánimo de expresar mi devoción por ciertas escenas que justifican mi afición al séptimo arte. Muchas serán conocidas por la mayoría. Otras no tanto. Pero todas ellas en su momento me golpearon fuerte y de este modo el blog quiere rendirles homenaje.
Escenas ¡a escena! no viene a ser un monográfico de cierto director o actor. No responde a ningún criterio ni orden más allá del personal. Lógicamente serán escenas analizadas e incluyen spoilers, por lo que si alguien quiere disfrutar de ellas, servidor recomienda el visionado de la película a la que pertenecen.
LIKE CRAZY, de Drake Doremus. 2011
Bajo esta íntima escena sin apenas dialogo verbal se esconde un trabajo interpretativo de esos que provocan un nudo en la garganta. Las imágenes se corresponden a los últimos minutos de Like Crazy (ver crítica). La historia de Anna y Jacob. Dos jóvenes que ven en la distancia física el mayor obstáculo para sostener sus sentimientos. Aquí llegamos al momento en el que su reencuentro no es el que quisieran. Un aforismo en toda regla del desgaste del amor. Quieren pero no pueden. El grandísimo acierto es la ausencia de palabras. Basta con mirar sus expresiones para comprender que en la vida hay trenes que no se deben dejar escapar. Ambos piensan lo mismo mientras se funden en un sentido abrazo. De esos que muchos pueden pensar que es mejor no llegar a conocer porque duelen pero que si llegan significa que ha valido la pena.
JUEGOS SECRETOS, de Todd Field. 2006
Una película con Kate Winslet de protagonista y sin embargo rescato una escena en la que la británica es mera figurante. Juegos Secretos es una obra a reivindicar con un material narrativo y un estudio de personajes digno del mejor Mendes. Es esta señora escena, además del manifiesto homenaje al Tiburón de Spielberg, Field lleva al espectador a un conflicto de sentimientos. Resulta digno de análisis hasta que punto nos consideramos Dios. La moralidad se cuestiona en toda esa comunidad que ve en Roonie, pederasta excarcelado, un peligro para sus vidas. Pocas veces hemos tenido la oportunidad de ver en pantalla y de una forma tan contundente la dificultad de la reinserción social.
FUNNY GAMES, de Michael Haneke. 1997
En esta fascinante escena cuestionada hasta día de hoy, Haneke juega con el espectador como el título al que da nombre esta incómoda obra. En ella somos testigos de la inquietud de la desaparecida Susanne Lothar cuando ve con sus propios ojos como acaba de asesinar a uno de sus secuestradores. Sin embargo, al director de la reciente Amour, se le antoja utilizar un efectista recurso para que las esperanzas depositadas en el espectador contribuyan sólo a una ilusión óptica. Algunos se ensañaron con esta escena por considerarla una tomadura de pelo pero servidor no puede dejar de aplaudir la originalidad de la propuesta.