Escenas del 1900
en el Museo de Arte Tigre
07/06/2014 - 07/09/2014
Museo de Arte Tigre
Paseo Victorica 972,
Ciudad de Tigre,
Prov. de Buenos Aires.
Algunos de los modos de sociabilidad de comienzos del siglo XX tuvieron en la zona del Delta del Paraná, en Tigre, un protagonismo especialmente glamoroso. Una Argentina de convivencia entre lo criollo y la fuerte presencia inmigratoria se incorporaba a la economía mundial. El esplendor del bienestar, las nuevas tecnologías y la modernización en general, produjeron una sofisticación de las costumbres y refinamiento del gusto que caracterizó a ese momento entre 1880 y 1914, denominado internacionalmente comoBelle Époque. La alta sociedad porteña, cosmopolita y asidua viajera a Europa, había encontrado en las afueras del norte de Buenos Aires -San Isidro, San Fernando y Tigre- un maravilloso escenario donde combinar la vida social y el deporte en un entorno natural de excepción. En 1889 se inauguró el Tigre Hotel; poco después, en 1912, el Tigre Club abrió sus puertas con su elegante arquitectura académica francesa que albergaría importantes regatas, concurridos bailes, carnavales y fiestas benéficas. El remo argentino tuvo su desarrollo en Tigre luego de un breve comienzo sobre las aguas del Riachuelo y la Dársena Sur. Luego, en las costas del río Luján se fueron instalando los clubes de cada colectividad que formaba el crisol nacional del fin de siglo.
Escenas del 1900, se detiene en imágenes que cuentan la historia de aquellos años por medio de la pintura, objetos, la moda, la fotografía, la música y el primer cine. La escena principal reúne obras históricas de la llamada Generación del 80, Ernesto de la Cárcova, Reinaldo Giúdici, Eduardo Sívori, Severo Rodríguez Etchart, Javier Maggiolo y Francisco Parisi, junto a la fotografía documental y de aficionados que muestran escenas de la vida cotidiana de aquel momento emblemático en la formación de la nación moderna. En contrapunto, cuatro artistas contemporáneos fueron invitados a realizar una obra inspirada por las escenas históricas. Jorge Gamarra y Horacio Zabala llevan a las salas del museo dos elementos ausentes de la arquitectura europea del edificio: un gran atado de mimbre (especie asiática introducida por Sarmiento que se convirtió en emblema de la producción del Delta) en el caso de Gamarra, y una pared de adobe - material constructivo autóctono, monocromo de barro, - en el caso de Zabala. Ambos artistas proponen una lectura cultural y conceptual de los elementos de la naturaleza. Delia Cancela y Nora Correas, por su parte, interpretan la historia desde dos aspectos propios de la imagen de la mujer en el fin de siglo: la moda y el lujo. Correas con una rutilante pared de abanicos de mica y Cancela con un feérico vestido poblado de luces, velos y misterios.
Dentro de las escenas,Desbordando los géneros: artistas de la Belle Époque,explora el rol de las mujeres en la formación del campo artístico. Alardice Graham de Witt, María Obligado de Soto y Calvo y Hortensia Berdier fueron tres de las pioneras pintoras profesionales que exhibieron en las primeras muestras de arte argentino en el Ateneo, junto a sus colegas de la Generación del 80.
En las paredes del Tigre Club aún resuenan las distintas escenas musicales que se daban cita a comienzos del siglo XX. La música clásica con sus valses y el baile decotillonjunto al tango, el ritmo popular que la burguesía integraba luego de su triunfo en París.
El debate artístico acerca de la existencia de un verdadero arte nacional cobró fuerzas en las vísperas de los festejos del primer Centenario de la Revolución de Mayo en 1910, época convulsionada por el recelo a la inmigración y los reclamos obreros. Esta escena está representada en obras de la colección del MAT y otros acervos, donde a la peculiaridad del paisaje regional se le atribuye ser la esencia de la existencia de un arte propio de la joven nación.