Escepticismo filosófico de francisco sánchez

Por Ilustrado

Francisco Sánchez fue médico renacentista y filósofo que cultivó la corriente del EscepticismoSu obra fundamental para el resurgimiento del Escepticismo como método de pensamiento es Quod nihil scitur, publicada en 1576, que ha sido ampliamente traducida y reeditada.

FRANCISCO SÁNCHEZ


Francisco Sánchez, llamado el Escéptico, nació en Tuy, en 1550. De madre portuguesa, fue judío converso bautizado en Braga. Su padre, el médico Antonio Sánchez, se trasladó a Francia y se estableció en Burdeos. Allí comenzó sus estudios en el Colegio de Guyenne, que continuó en Roma. Se graduó en la escuela médica de Montpellier en 1573, tras haber sido ayudante de Huchet.

A los 24 años, obtuvo cátedra en la Universidad de Montpellier, hasta que las guerras de religión le hicieron refugiarse en Toulouse. Allí ejerció la medicina, siendo profesor de la facultad de Medicina de su universidad.

Como filósofo estudió la fenomenología de la probabilidad, llegando a ser un figura antiaristotelista, de importancia excepcional en la Historia de la Filosofía internacional. Así lo declaró en el prólogo a su obra filosófica más ambiciosa, De multum nobili et prima universali scentia (Del más noble y universal primer saber), ser un adversario del Aristotelismo y del argumento de autoridad.

ESCULTURA A FRANCISCO SÁNCHEZ, POR SALVADOR BARATA FEYO

Representante de la corriente filosófica denominada Escepticismo, tuvo relación con Michel de Montaigne, que era pariente suyo. También ejerció una fuerte influencia en René Descartes, aunque este es un aspecto muy discutible. Su obra capital para el resurgimiento del Escepticismo como método de pensamiento es Quod nihil scitur (Que nada se sabe). Fue publicada en 1576 en Lyon, ha sido ampliamente traducida y reeditada, y recientemente se ha elaborado una magnífica edición crítica.

En Quod nihil scitur niegaba la adecuación entre el entendimiento y lo conocido, y dividía las operaciones del conocimiento según sean el objeto lo externo, las operaciones internas o una operación mixta de lo externo e interno. Propugnó el examen directo de cualquier realidad antes de tenerla como tal, sometiendo los datos de la experiencia al análisis y crítica del juicio, si bien el conocimiento, para él, sólo puede alcanzar los accidentes, no las pretendidas esencias de las cosas. La única realidad cognoscible es el mundo externo.

QUOD NIHIL SCITUR

La filosofía de Sánchez, anticipando la crítica de David Hume, se detuvo en una Fenomenología de la probabilidad, ya que el conocimiento humano, meramente probable, sólo lo es de apariencias, de fenómenos. En esto, como en su exigencia de método, se mostró como un claro precursor de René Descartes.

Las primeras páginas del Discurso del método de Descartes son tan parecidas al prólogo de Sánchez de 1576 y la obra cartesiana se parece tanto en lo inicial a la del español que Pierre Daniel Huet acusó al gran filósofo francés de haberle plagiado la "duda metódica". Descartes admitió haber leído Quod nihil scitur, si bien la influencia fue más de oposición que de imitación.

Según escribió Francisco Sánchez:

"Es innato al hombre querer saber; a pocos les fue concedido saber querer; a menos, saber. Y a mí no me cupo suerte distinta a la de los demás."
Explicaba Sánchez que su capacidad de conocer nunca fue desarrollada como a tantos hombres, y como en los antiguos no encontró más que "sombras de verdad". Tuvo que volver a sí mismo, como si nada se hubiera dicho jamás, empezando a examinar las cosas mismas.

Como Descartes, Francisco Sánchez se dirigió a quienes no están obligados a admitir argumentos de autoridad y examinan las cosas con su propio criterio, guiados por los sentidos y la razón. No prometió la verdad, pues la ignoró. Animaba al lector:

"Tú mismo la perseguirás, una vez que sea de alguna manera descubierta y sacada de su escondrijo, mas no esperes atraparla nunca ni poseerla a sabiendas; bástete lo mismo que a mí: acosarla."

FRANCISCO SÁNCHEZ

Sánchez dependió muy directamente de la tradición escéptica de Pirrón (Sexto Empírico, Adversus Mathematicos), que aparece también en los Ensayos de Michel de Montaigne.

El resto de su obra es bastante escasa y nunca ha sido editada en España (excepto un breve opúsculo, por la Catedral de Tuy), pero sí en Portugal, aunque de forma incompleta.

En un Tractatus philosophici, de 1649, se reunieron sus comentarios críticos contra Aristóteles antes aisladamente publicados: De divinatione per somnum, ad Aristotelem e In librum Aristotelis Physiognomicon commentarius. También un De longitudine et brevitate vitae liber y, según Moreri, un Tractatus de anima que no se ha conservado.

Escribió un Carmen de cometa anni M.D. LXXVII (Canción del Cometa de 1577), con la que combatió con mucha erudición la superchería astrológica. Su obra como médico fue recogida en Opera médica, de 1636. Se editó además en el siglo XX su Carta a Clavius, ed. in Gregorianum, en 1940.

OPERA MÉDICA