Escolarización temprana: ¿Es conveniente? ¿Es nociva?

Por Mamikanguro @MamiKanguro

Es un tema que preocupa y ocupa a muchos padres: mamá y papá debemos salir a trabajar y la opción más lógica es dejar a nuestros hijos al cuidado de los abuelos o de algún familiar. Los jardines maternales son una buena opción también. Pero más allá de la necesidad de dejar a los chicos al cuidado de otro, ¿nos planteamos qué trae aparejada esta escolarización temprana? ¿sirve? ¿es positivo para nuestros peques? En esta nota, todas las posturas.

A menudo la escolarización temprana se justifica con la situación económica: “las madres tienen que trabajar”. Pero nadie pregunta cuánto le cuesta al Estado la implementación de tantos jardines y “wawa wasis” (casa-cunas) para preescolares, y más adelante la recuperación de tantas familias disfuncionales y niños dañados en su desarrollo. En realidad, la educación en casa es más económica para la sociedad. El doctor Moore menciona varios proyectos piloto donde se demostró que los educadores profesionales podían aconsejar a los padres acerca de la educación de sus hijos, en vez de juntarlos en un jardín de niños. No solo los niños se desarrollaron mejor, sino también el costo era menos.

Estos datos están disponibles por lo menos desde el año 1975, cuando apareció la versión original (inglesa) del libro del doctor Moore. Pero los ministerios de educación en los diversos países ignoran estos datos, y siguen moviéndose en la dirección opuesta. ¿Es esto solo ignorancia, o es tal vez un plan concebido para dar al gobierno el control total sobre las mentes de la próxima generación?

Por otro lado, los niños pueden aprender un montón de cosas de sus padres, de una manera informal y natural. Aprenden a vestirse, a barrer, a lavar su ropa, a cocinar, a arreglar cosas en la casa, etc, mientras hacen estas cosas juntos con sus padres. El niño tiene una curiosidad natural que lo incita a explorar su medio ambiente, experimentar con lo que encuentra, y hacer muchas preguntas. Lo único que necesitan hacer los padres es responder a esta curiosidad, proveer al niño oportunidades para experimentar, y tomar en serio sus preguntas. (¡Estamos otra vez hablando del asunto de la comunicación!)

(La obra de los Moore, “Mejor tarde que temprano”, contiene muchas sugerencias para actividades que estimulan el aprendizaje y que los padres pueden realizar de manera muy sencilla con sus hijos.)

Todo esto funcionará solamente si hay a la vez un cambio en la actitud de los padres. Los padres tienen que darse cuenta que ellos son los responsables de educar a sus hijos, no solo de delegar la educación a otras personas y después exigir “resultados” de ellos. No es lógico, como padre, exigir de manera posesiva que mis hijos sigan el camino que yo les estoy trazando, y a la vez de manera negligente dejar toda su educación en manos de otras personas.

Riesgos de la escolarización temprana

Recientemente se ha llevado a cabo una revisión sistemática de distintos estudios que han tratado de cuantificar el riesgo para la salud de la asistencia a guardería, con estudios muy heterogéneos en cuanto a los objetivos perseguidos, las poblaciones seleccionadas, los diseños utilizados y los análisis empleados.
En el número de marzo de “Evidencias en Pediatría” se revisa un estudio en el que los niños que habían asistido a guarderías grandes antes de los dos años y medio tenían más infecciones respiratorias febriles y otitis durante ese periodo, pero menos durante la educación primaria (entre cinco años y ocho).
Como ya os señalábamos al comentar este estudio hace unas semanas, el efecto observado parece deberse más a un aumento de infecciones en los primeros meses de escolarización que a un efecto protector achacable a la asistencia precoz a la guardería.
Sin embargo, según señalan en el mismo número de la revista pediátrica, los autores no aportan información que permita valorar la importancia clínica de sus resultados, por lo que en base a ellos resulta arriesgado juzgar las posibles ventajas e inconvenientes de adelantar o retrasar el inicio de la escolarización.

Beneficios de ir a la guardería

Pero no todos los efectos de las guarderías en los niños parecen desfavorables. También se publican trabajos en los que se trata de presentar posibles efectos beneficiosos, fundamentalmente psicosociales pero también sanitarios, aunque tampoco en estos casos las conclusiones son determinantes, definitivas o generalizables.
Es evidente que la escolarización precoz ofrece oportunidades de enseñanza y adaptación que en determinados niños o ambientes de riesgo podrían resultar favorables. Asimismo, la exposición precoz a agentes infecciosos podría ejercer cierto efecto modulador de la respuesta inmunitaria que resultará beneficioso a medio-largo plazo.
En un próximo post nos centramos en estos posibles beneficios de ir a la guardería, una vez señalados los riesgos principales que consisten en que, en comparación con los niños cuidados en casa, los que van a la guardería antes de los dos años y medio tienen más infecciones durante ese periodo.

Ventajas y desventajas de la escolarización

Obviamente no es lo mismo un bebé de 4 que un niño de 16 meses ya que el primero no notará en su evolución el lugar donde está y sí notará los abrazos más cercanos si no está en la guardería. Pero la cosa cambia cuando ya caminan y empiezan ese fabuloso mundo que es el aprendizaje.

Los niños reciben más estimulación desde temprana edad, lo que se traduce en un mayor desarrollo de diferentes ámbitos del desarrollo evolutivo:

  • Adquieren progresivamente autonomía en sus actividades habituales (comer solo, ponerse el abrigo, desplazarse…).
  • Desarrollan sus capacidades afectivas, empezando por el autoconcepto y la valoración de sí mismo de la cual surge la autoestima.
  • Derivado de lo anterior desarrollan la empatía, es decir, el conocimiento de los otros y a desarrollar afectos para con los demás adquiriendo así pautas de convivencia y de relación social (aprender a hacer turnos para jugar o para hablar, rutinas de actividades…
  • Desarrollan habilidades comunicativas en diferentes lenguajes y formas de expresión, es decir, no solo el lenguaje oral sino también el corporal, gestual, plástico a través de los dibujos…Habilidades logicomatemáticas como es el aprendizaje de los números.
  • En las escuelas infantiles pueden detectarse tempranamente posibles trastornos de conducta o discapacidad física, sensorial o psíquica.
  • De la misma forma reciben una atención temprana y una estimulación precoz para poder solucionar dichas dificultades.
  • También existen ventajas para los padres, ya que se habitúan al sistema educativo, conocen en qué consiste, aprenden rutinas, adquieren pautas y reciben apoyo a través del asesoramiento de profesionales especializados.
  • Es importante que los centros de educación infantil tengan un Proyecto Educativo reconocido por la Consejería de la Educación de la Comunidad a la que pertenezcan, y que los padres se aseguren de que así es.

Entre las desventajas debemos destacar que el niño, al escolarizarse en edad temprana, contrae más enfermedades de lo que lo haría con el cuidado en casa, desventaja que se ve equilibrada por la ventaja de la inmunización. Y, quizás la desventaja más importante es que el niño se separa de su entorno más cercano, el familiar, algo que le puede provocar estrés, tristeza, irritabilidad… Y muy importante, observar la evolución de nuestros hijos cuando acuden a la guardería muy pequeños y valorar, si no son capaces de superarlo, otras opciones menos agresivas o intentarlo más adelante cuando sea más «maduro» emocionalmente hablando.

Lo más importante, como siempre, es ser tolerante con las opciones de las otras mamás. Recordá que muchas mujeres optan desde el principio por la guardería porque no les queda otra opción y apoyar siempre a la mamá en la decisión que tome porque siempre lo hará con el amor y la dedicación de la que (casi) todas las mujeres lo hacen cuando tienen hijos.