Es bastante común en algunos campos a pesar de la intensa actividad agropecuaria y la cacería, son especialmente abundantes en zonas de pastos altos, a menudo en bordes de caminos, desde donde se las divisa fácilmente desde los vehículos. Las perdices al ver aproximarse los autos caminan hacia adelante y si se asustan más van a los pastos y se agachan para pasar desapercibidas ose pierden entre los pastos. Si se sienten muy amenazadas salen volando a baja altura produciendo un ruido algo sibilante e intenso debido al fuerte batido de sus cortas alas, no es raro que algún transeúnte se sorprenda e incluso se asuste por el repentino volar de un ave a escasos oculta a escasos centímetros de una persona que fue incapaz de verla momentos antes.
Las fotos corresponden a varios ejemplares vistos entre fines de abril y el 1º de mayo en el partido de Monte, todas sacadas desde el auto, bajarse supone la casi segura huida del ave.