personales”, a quienes les dio por asaltar las embajadas y consulados de Venezuela. Los pueblos del mundo reaccionaron. La solidaridad con la patria de Bolívar se activó desde Norteamérica hasta Australia, pasando por África, Asia y Europa. En EEUU el apoyo pasó de las manifestaciones en Washington y Nueva York, a la ocupación pacífica de sedes diplomáticas venezolanas y al desalojo de los asaltantes. La avalancha solidaria apenas comenzaba. Este escrache a favor de Venezuela es paradójico. Pueblos extranjeros acusan a los “representantes” del autojuramentado de “traición a su patria” por pedir la intervención militar de su propio país. No entienden semejante lacayismo. A diferencia del escrache de la derecha de aquí, impulsado por el odio político y racial que llegó hasta la quema de personas vivas, al de allende las fronteras lo alimenta la solidaridad, el rechazo a las invasiones militares y la defensa de la paz. Otra diferencia es que a los protagonistas del escrache pacífico contra los lacayos del imperio no los paga la Casa Blanca con el mismo dinero robado a Venezuela. Asalia Venegas Periodista / Profesora UCV
personales”, a quienes les dio por asaltar las embajadas y consulados de Venezuela. Los pueblos del mundo reaccionaron. La solidaridad con la patria de Bolívar se activó desde Norteamérica hasta Australia, pasando por África, Asia y Europa. En EEUU el apoyo pasó de las manifestaciones en Washington y Nueva York, a la ocupación pacífica de sedes diplomáticas venezolanas y al desalojo de los asaltantes. La avalancha solidaria apenas comenzaba. Este escrache a favor de Venezuela es paradójico. Pueblos extranjeros acusan a los “representantes” del autojuramentado de “traición a su patria” por pedir la intervención militar de su propio país. No entienden semejante lacayismo. A diferencia del escrache de la derecha de aquí, impulsado por el odio político y racial que llegó hasta la quema de personas vivas, al de allende las fronteras lo alimenta la solidaridad, el rechazo a las invasiones militares y la defensa de la paz. Otra diferencia es que a los protagonistas del escrache pacífico contra los lacayos del imperio no los paga la Casa Blanca con el mismo dinero robado a Venezuela. Asalia Venegas Periodista / Profesora UCV