Suele vivir en la media y alta montaña, a partir de los 600 metros más o menos, en zonas con roquedos y pedregales. Por el invierno desciende de altitud, y sólo en ocasiones llega hasta la línea costera.
Es un ave bastante sedentaria, protagonizando tan sólo estos erratismos invernales, por lo que es muy probable que este bonito macho pertenezca a la población local de las sierras asturianas, donde no es escaso.