En Asturias este pajarín se encuentra casi desaparecido como nidificante, y los que llegan en otoño provienen de Europa occidental (Escandinavia, Alemania y Holanda sobre todo), con un predominio claro de las hembras. Por el día permanecen en los lugares de alimentación, y al atardecer se agrupan en dormideros ubicados preferentemente en carrizales y junqueras.
La rastrojera donde encontré a este escribano cada vez se ve menos en nuestro concejo. Se trata de un campo de maíz sin roturar, donde crecen plantas ruderales con gran producción de semillas y fuerte presencia de insectos que sirven de alimento a una gran cantidad de pájaros. De hecho, también pude observar en este maizal un grupo de 25 pardillos comunes, varios alondras, bisbitas, buitrones..
Por desgracia, cada vez más los maizales se roturan por completo, convirtiéndolos en pequeños desiertos completamente hostiles para los pájaros.
Es muy importante practicar una agricultura sostenible y compatible con la conservación de la naturaleza. Conservar las rastrojeras hace que muchos pequeños pajarillos tengan mayores probabilidades de superar el invierno.