Como se puede comprobar, el macho de escribano montesino es inconfundible, un precioso pajarín gracias a las listas longitudinales negras que destacan sobre la cabeza grisácea. El obispillo y el vientre son de un ocre vivo. Se mueve normalmente por el suelo o ramas de matorral a poca altura.
La hembra es menos vistosa, con una coloración similar pero mucho más apagada, aquí la tenemos comiendo junto con el macho.