Al leer lo escrito por Felipe Javier Arenas Silva, en su blog en el diario El País (De donde no hay ni sectarismo, ni adoctrinamiento, ni segregación....), acerca de su experiencia como alumno de Altair, un centro sevillano de enseñanza diferenciada, me ha venido a la memoria que hace ya años (era 1970) escribí un libro-reportaje sobre Altair, el centro educativo ahora en cuestión.
En aquel libro breve, Dos días en Altair, recogía conversaciones con personas que trabajan en esa obra de apostolado corporativo del Opus Dei en Sevilla. El resultado fueron once entrevistas: al conserje, al director, a tres profesores, a tres alumnos, a una limpiadora, al capellán, a cuatro padres de alumnos y al administrador-gerente del Colegio. En esas entrevistas quedan a la vista las aspiraciones, preocupaciones y los trabajos de todos ellos en relación con la tarea docente y de promoción personal y social desarrollada en este colegio sevillano.
Encuentro en la red (http://geografiadesevilla.wordpress.com/ , hacia la mitad de la página) algunas citas tomadas de aquel pequeño libro de entrevistas. Son los propios protagonistas de aquella aventura de promoción social y educativa quienes narran la situación y los inicios de Altair. Del libro dice el mencionado sitio web que "es una joya de la historia de Altair. Gracias a él podemos conocer, de primera mano y por los protagonistas, los años iniciales de Altair". Nada de que envanecerme personalmente, por tanto.
Dicho esto, vuelvo a lo publicado el pasado día 16 en El País por un socialista andaluz, sobre Altair. Y recojo simplemente los párrafos iniciales de la exposición de su razonamiento, recomendando encarecidamente ir al sitio del diario y leer todo lo demás, incluyendo, por supuesto, los interesantísimos comentarios que tiene lo escrito por Felipe Javier Arenas Silva en su blog, llamado Pongamos que hablo de.... :
Nos encontramos ahora en una coyuntura bastante difícil para los centros concertados no mixtos (un total de doce en la comunidad andaluza) . La Junta de Andalucía intenta retirar el concierto a los centros que opten por la educación diferenciada en unos tiempos en los que hay que hacer un esfuerzo sobrehumano para sobrevivir. De ser así, muchas familias tendrán que optar por elegir otro modelo educativo, por meter a sus hijos en otros centros que sí puedan costearse.
Voy a hablarles desde la luz que arroja la experiencia. Al terminar la secundaria, opté libremente por iniciar el preuniversitario en el centro Altair, de educación diferenciada y además, perteneciente a la obra corporativa del Opus Dei. De sobra saben los lectores asiduos a mi blog mi ideología política y, conviene decir que no la oculté en ningún momento a lo largo de mi vida; no soy yo quién más próximo esté a la postura política generalizada en el Opus y no soy yo quién entiende la vida de una forma espiritual como la entienden ellos. Sin embargo, a pesar de todo ello siempre opté por el respeto.
No voy a negarles a ustedes que en un principio, me preocupaba que me pudiesen bombardear día a día con catolicismo y que me intentasen imponer una ideología que dista mucho de ser la mía. No obstante, sólo estaba guiado por la opinión de personas que, en la mayoría de los casos, no habían tenido relación alguna con centros de esta índole; así que decidí comprobarlo por mi mismo.
En poco tiempo, el mito quedó derrumbado y calcinado...
(sigue...)Como digo, los comentarios, muchos de ellos escritos por antiguos alumnos o profesores de Altair, no tienen desperdicio en su corroborar lo planteado por Felipe Javier Arenas.
Si el blog se llama Pongamos que hablo de...., en este caso habla de libertad.