El pesimista está convencido de que la vida es injusta. De que la suerte siempre sonríe a los mismos y que el destino se empeña en negarle aquello que cree merecer por derecho propio.El pesimista siempre encuentra excusas para su infelicidad. Se emperra en su discurso y se regodea en sus propias miserias en vez de buscar la forma de superarlas. Siempre he sido de natural optimista y la vida me ha enseñado que el trabajo duro siempre, siempre, da sus frutos. Que la frustración y el desánimo son sólo barreras que nos ponemos nosotros mismos y que nos impiden ver más allá. El entusiasmo y la seguridad en lo que hacemos son herramientas fundamentales a la hora de encarar el futuro con ilusión.
El pesimista está convencido de que la vida es injusta. De que la suerte siempre sonríe a los mismos y que el destino se empeña en negarle aquello que cree merecer por derecho propio.El pesimista siempre encuentra excusas para su infelicidad. Se emperra en su discurso y se regodea en sus propias miserias en vez de buscar la forma de superarlas. Siempre he sido de natural optimista y la vida me ha enseñado que el trabajo duro siempre, siempre, da sus frutos. Que la frustración y el desánimo son sólo barreras que nos ponemos nosotros mismos y que nos impiden ver más allá. El entusiasmo y la seguridad en lo que hacemos son herramientas fundamentales a la hora de encarar el futuro con ilusión.