Lo que me está resultando aleccionador es descubrir que, para hacer visible el otro lado de las cosas, baste con hacerlas invisibles y entonces ellas solas se abren impúdicamente a una luz desconocida que es la oscuridad. A veces hay que cerrar los ojos para no estar a ciegas –acabo de verlo-. Y, mientras a tientas sigo escribiendo en líneas torcidas, sin la posibilidad de volver sobre lo escrito, pienso que lo importante es estar siempre de ida y que estar de vuelta es un fracaso. Eso quería decir, antes de abrir los ojos.
Lo que me está resultando aleccionador es descubrir que, para hacer visible el otro lado de las cosas, baste con hacerlas invisibles y entonces ellas solas se abren impúdicamente a una luz desconocida que es la oscuridad. A veces hay que cerrar los ojos para no estar a ciegas –acabo de verlo-. Y, mientras a tientas sigo escribiendo en líneas torcidas, sin la posibilidad de volver sobre lo escrito, pienso que lo importante es estar siempre de ida y que estar de vuelta es un fracaso. Eso quería decir, antes de abrir los ojos.