Escuchá al periodista 2.0 en sus: "Argumentos para justificar el enriquecimiento ilícito"

Publicado el 09 enero 2012 por Mariosimonovich

Imagen: Blogs de la Gente

Sin pelos en la lengua, se vale de argumentos filosóficos, genealógicos, semiológicos y de identidad corporativa.
"La democracia en la región exige un proceso gradual de enriquecimiento por parte de quienes desde hace años reclamamos los derechos del pueblo, pero el factor determinante necesita afirmarse bien en su capacidad de decidir con buenas palabras la manera de aumentarse los sueldos y de llenarse de guita. Los dos procesos van juntos: el cuánto ganar y el cómo explicarlo en el complicado sistema cargado de signos optimistas del lenguaje”.
En un discurso estimado en nueve minutos, el periodista 2.0 reaparece después de mucho tiempo para defender el mal uso de fondos públicos por parte de funcionarios desde fundamentos filosóficos, genealógicos, semiológicos y de identidad corporativa.
Si se escucha con atención este discurso se comprenderá por qué los mendocinos y los argentinos votaron a la actual gestión nacional, que hizo del despilfarro económico una razón de ser (que hoy pagamos todos con los ajustes) y cómo la misma logró pasar por desapercibida -o no- en ese 54% de la población que finalmente avaló en las urnas el actual modelo.
Nuestro célebre periodista 2.0 se pone del otro lado, analiza la idiosincracia del corrupto, e intenta explicar lo que ese individuo entiende por función pública. Y cierra su exposición diciendo que "en las palabras hoy se sostiene un poderoso" ya que las mismas van más allá del enriquecimiento ilícito porque el lenguaje hoy se está traduciendo en acciones de poder para "justificar toda elite de mentiras y de aberraciones a los derechos humanos".
Para reír y luego para pensar. O como dice el Chavo, "las dos cosas" a la vez.
Recibimos al periodista 2.0 con un fuerte aplauso y los dejo con su elocuente discurso:


Fuente: el audio corresponde al libro que se está escribiendo en estas horas 32 historias escritas sin pensarla dos veces (Mario Simonovich).