Quizá la pionera fue la capital del condado de Kent (Inglaterra), Maidstone, ubicada tan sólo a unos 50 kilómetros de Londres, que desde 1949 muestra en su escudo municipal un Iguanodon como el que encontró en una de sus canteras Gideon Mantell (o lo más seguro, su señora) allá por 1822.
A 880 kilómetros de allí, tras cruzar el Canal de la Mancha y atravesar Bélgica, llegamos al municipio de Gleichamberg, en el corazón de Alemania, al que pertenece la pedanía de Bedheim, donde el médico y paleontólogo aficionado Hugo Rühle von Lilienstern descubrió en 1932 el holotipo que dos años después von Huene describió como Liliensternus liliensterni, un celofísido del Triásico Superior que, en 1993, fue incluido en el escudo de Bedheim.
Pero la escultura de un dinosaurio más grande del mundo es el Tyrannosaurus rex de fibra de vidrio de 25 metros de altura que Amusement Leisure Equipment Ltd. Inauguró el 13 de octubre de 2000 en “la capital mundial de los dinosaurios”, como se autoproclama por gestas como esta la ciudad canadiense de Drumheller: Si viajas hasta allí, tendrás que subir 106 escalones para llegar a la boca, donde caben doce personas. Como no podía ser menos con ese eslogan, la bandera de Drumheller exhibe orgullosa un dinosaurio, en este caso, un Albertosaurus.
En cambio, no es fácil aventurar el género del dinosaurio que, en diciembre de 2009, el Consejo de diputados del municipio ruso conocido como el distrito de Kotlas. Posee rasgos tanto de saurópodo como de tireóforo y nos recuerda a Dinny, la mascota de Alley Oop.
Volviendo a Rusia, el 5 de diciembre de 2014, el Consejo de diputados del pueblo del distrito de Chebulinsky aprobó incluir en la suya a un Psittacosaurus. Dos años después, la bandera del distrito de Chernyshevsky dio la bienvenida al recién descubierto Kulindadromeus zaikalicus. Parece que a los diseñadores de banderas rusos les gustan los dinosaurios emplumados.
A comienzos de los 90, la ciudad estadounidense de Granger inauguró la primera de las estatuas que componen su colección de 33 modelos de dinosaurios a escala natural repartidos por toda la ciudad, una atracción turística que se ha publicitado desde entonces junto a la ciudad con el lema "Donde deambulan los dinosaurios". Era sólo cuestión de tiempo y, en 2016, el municipio aprobó su nueva bandera, en la que podemos encontrar a Apatosaurus, Psittacosaurus y Tuojiangosaurus.