En el centro, entre los edificios, queda una plaza rodeada por su obra y que da unión a todo el trabajo.
Hablando ayer de Siza, nos viene a la mente este lugar que configuró con su propia obra. Es un arquitecto experto en tener en cuenta el lugar, adaptándose a él, pero sin olvidar los rasgos de su arquitectura y sus ideas de proyecto. Aquí, en Oporto, trazó una serie de pabellones que se envuelven con la montaña, pero que muestran sus características sin complejos, en este caso, la forma geométrica de las pequeñas torres y su semejanza a rostros humanos.
En el centro, entre los edificios, queda una plaza rodeada por su obra y que da unión a todo el trabajo.
En el centro, entre los edificios, queda una plaza rodeada por su obra y que da unión a todo el trabajo.